Nadie conoce a la empresa Zorex SA en este pueblo a 40 kilómetros de Madrid. Menos aún se imaginan que esta sociedad española es parte de una trama que involucra a un avión venezolano-iraní que está detenido en Argentina por sospechas de espionaje.
Zorex SA y Alcux Air Spain, dos sociedades aerocomerciales clave en la cadena administrativa que le permitió al avión de EMTRASUR aterrizar en Buenos Aires, son firmas de papel sin teléfonos ni oficinas. Estas empresas son investigadas tanto por la justicia argentina como por el FBI de Estados Unidos. Es verano en España, momento de vuelos privados a islas paradisíacas, pero los teléfonos que aparecen en su página web ya no funcionan.
La oficina de calle Madrid 2, en Colmenar Viejo, dejó de pertenecer a la compañía hace más de un año, según se pudo reconstruir . Algo similar ocurre con Alcux Air Spain, empresa que compartió el mismo administrador con Zorex: el domicilio legal fue fijado en un edificio en las afueras de Barcelona, sin teléfonos disponibles ni página de Internet.
Tanto Zorex como Alcux se definen como brókers en el mercado aerocomercial, una especie de intermediarios, a pesar de que la primera también ofrece el servicio de taxi aéreo y vuelos sanitarios con un jet que suele estar estacionado en el aeropuerto de Girona, en Cataluña, indicaron en su página web.
El juez Federico Villena investiga a estas sociedades españolas por dos maniobras administrativo-financieras vinculadas al caso del avión de EMTRASUR, que continúa detenido en Buenos Aires mientras es investigado por supuestos espionaje de sus tripulantes iraníes. Primero, Alcux fue contratada por la intermediaria Fracht para mover autopartes desde México a Argentina. Entonces, españoles contrataron a EMTRASUR para ese transporte aéreo de cargas. Le pagaron USD 600.000 por el servicio.
La segunda operación, involucra a Zorex USA LLC, la filial de la compañía española en ese país, que recibió en su cuenta bancaria USD 780.000 correspondientes a la empresa venezolana por esa maniobra y luego ingresó otros USD 110.000 por una demora adicional dentro del proceso.
Esas transferencias bancarias motivaron la apertura de una investigación del FBI. La Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC), un organismo del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, sancionó a Conviasa, la compañía aérea venezolana que maneja EMTRASUR. Por esa sanción, las empresas que venden combustible en el aeropuerto de Ezeiza se negaron a abastecer al avión, antes de que la justicia argentina no lo dejara volver a despegar.
El juez Villena investiga la hipótesis de que la filial estadounidense de Zorex haya prestado sus cuentas bancarias a los venezolanos para que, pudieran eludir las sanciones financieras utilizando su nombre para completar el traslado de mercadería a la Argentina. Un ejecutivo español vinculado a estas empresas, aseguró que la relación con EMTRASUR fue una “transacción normal” como parte de su rol como bróker en el mercado aeronáutico.
“Alcux [Air Spain] es un bróker al que se le encargó encontrar un avión. Nosotros lo encontramos, cobramos a un cliente y le pagamos a la empresa venezolana. Aquí no hay ninguna trampa ni nada, es una transacción normal y corriente. Si al avión lo han mantenido [en Argentina] es por un problema de la compañía”, afirmó Juan Manuel Bataller, administrador único de Alcux Air Spain y apoderado de Zorex, según consta en el expediente judicial.
- La justicia argentina sospecha que le prestaron la cuenta bancaria a la empresa venezolana para evitar las sanciones financieras de Estados Unidos. El FBI también está investigando el tema, indicó Infobae.
- “Todo esto es una pavada que se han montado ellos. Nos pidieron un avión, lo encontramos y punto. Ya pregunté a nuestros abogados y me dijeron que no pasaba nada”, respondió Bataller.
Este empresario catalán es mencionado en el último dictamen del juez Villena como apoderado de Zorex en España, pero quien habría estado a cargo de las gestiones por el avión venezolano habría sido su colega Oriol Comabella Xucla, que aparece vinculado a la filial de la sociedad en Estados Unidos. La búsqueda preliminar de los investigadores argentinos resaltó que este empresario tuvo dos condenas de los juzgados comerciales de Barcelona con sendas inhabilitaciones más una declaración de insolvencia. Villena ya le tomó declaración testimonial por videoconferencia.
Zorex USA LLC no fue la única empresa intermediaria. La Justicia argentina detectó una transferencia de USD 45 mil a la firma Gopex Corporation, que ofició de nexo entre Aerocharter México y Zorex, quien finalmente contrató a Emtrasur. Oriol Comabella ratificó ante el juez Villena que Gopex le había pedido un vuelo desde México a Buenos Aires y que llegó a la aerolínea venezolana a través de una empresa de representación de aerolíneas.
“Fracht Argentina S.A. realizó una transferencia al bróker, en este caso Aerocharter México, por la suma de 885.000 dólares con el fin de solicitar un avión charter a fin de realizar el traslado de las piezas en cuestión. Una vez cerrado el contrato con Aerocharter México, el broker abonó a la compañía Zorex USA LLC la suma de USD 825.000, de los cuales Zorex USA LLC recibió USD 780.000, mientras que la firma Gopex LLC, recibió USD 45.000 en concepto de su labor como intermediaria entre Aerocharter México y la firma Zorex USA LLC”, resumió el juez Villena en su fallo.
En esa misma resolución, el magistrado ordenó el pasado lunes que el piloto y otros seis tripulantes sigan retenidos en el país, pero le permitió irse a otros 12. Villena sostuvo que hay sospechas sobre dos iraníes y tres venezolanos, aunque todavía no ordenó que declaren como imputados. A otros dos iraníes los retiene mientras se terminan de hacer las medidas de prueba. El resto de los tripulantes podrán volver a sus países en vuelos de línea.
