En respuesta a los aranceles impuestos por Donald Trump a los productos chinos, Pekín aplicará tasas adicionales sobre las importaciones estadounidenses en el mismo porcentaje, las cuales comenzarán a entrar en vigor el 10 de abril. Además, el gobierno de Xi Jinping criticó la medida del presidente republicano, que ha sacudido el panorama comercial global.
En este contexto, la administración china confirmó que impondrá un arancel del 34%, una tasa que coincide con el arancel “recíproco” establecido por Trump esta semana. Este nuevo gravamen se suma a los aranceles del 10-15% que ya se habían aplicado sobre aproximadamente 21.000 millones de dólares en comercio agrícola a principios de marzo, con el fin de, supuestamente, “frenar el flujo de fentanilo ilícito” proveniente de China.
Tras la represalia de China, Trump reaccionó en redes sociales: “CHINA LO HIZO MAL, ENTRARON EN PANICO – ¡LA ÚNICA COSA QUE NO PUEDEN PERMITIRSE HACER!”
China sigue siendo el mayor mercado para los productos agrícolas estadounidenses, pero las importaciones de estos productos cayeron por segundo año consecutivo, descendiendo de 42.800 millones de dólares en 2022 a 29.250 millones de dólares en 2024.
Asimismo, el Ministerio de Comercio de China anunció que implementará controles más estrictos sobre las exportaciones de tierras raras, materiales clave para la fabricación de productos de alta tecnología, como chips de computadora y baterías para vehículos eléctricos.
“El objetivo de los controles de exportación implementados por el gobierno chino sobre productos relevantes, conforme a la ley, es proteger mejor la seguridad y los intereses nacionales, además de cumplir con nuestras obligaciones internacionales en áreas como la no proliferación”, indicó el Ministerio de Comercio.
Además, China añadió 11 empresas estadounidenses a su lista de “entidades no confiables”, lo que le otorga la capacidad de tomar medidas punitivas contra ellas. Como resultado, los productos chinos que llegan a Estados Unidos están ahora sujetos a un arancel del 54%, según informó CNN. Entre las empresas afectadas se incluyen fabricantes de drones. A su vez, 16 compañías están sujetas a una prohibición de exportación de bienes de “doble uso”, entre ellas High Point Aerotechnologies, una firma de tecnología de defensa, y Universal Logistics Holding, una empresa de transporte y logística que cotiza en bolsa.
Este giro en los acontecimientos se suma a la prolongada guerra comercial que marcó toda la primera presidencia de Trump. El arancel del 54% impuesto por Pekín supera ampliamente las expectativas de los analistas y podría transformar radicalmente los miles de millones de dólares que ambos países han intercambiado a lo largo de décadas de interdependencia comercial.
Finalmente, China presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los “aranceles recíprocos” impuestos por Estados Unidos violan gravemente las normas de la OMC, dañan los derechos e intereses legítimos de sus miembros y socavan el sistema multilateral de comercio y el orden económico internacional.
“Se trata de una práctica típica de intimidación unilateral que pone en peligro la estabilidad del orden económico y comercial mundial. China se opone firmemente a ello”, afirmó un vocero del Ministerio de Comercio.
En medio de las tensiones, el gobierno chino instó a Estados Unidos a cancelar de inmediato sus medidas arancelarias unilaterales y a resolver las diferencias comerciales mediante consultas equitativas, respetuosas y mutuamente beneficiosas.