El gobierno de Estados Unidos decidió poner fin al uso de la aplicación CBP One, una herramienta implementada durante la administración Biden para permitir que migrantes sin identificación válida abordaran vuelos domésticos. La nueva política, que entra en vigor de inmediato, solo permitirá el uso de la app en casos de autodeportación.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue la encargada de anunciar la medida. "Se revierte la horrenda política de la era Biden que permitía a extranjeros en nuestro país de manera ilegal viajar en avión sin identificación", declaró un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a Fox News Digital. "Bajo el presidente (Donald) Trump, la TSA y el DHS no tolerarán esto. Quienes se encuentren en el país de manera ilegal no podrán volar, a menos que sea para autodeportarse", agregó.
La aplicación CBP One, implementada y ampliada durante el gobierno de Biden, permitía a los migrantes sin identificación válida abordar vuelos domésticos. Para ello, los usuarios debían cargar información personal, incluyendo fotografías, y someterse a un proceso de verificación biométrica que cruzaba sus datos con los registros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Los migrantes que no presentaban una identificación válida podían pasar a una inspección manual o un chequeo más detallado por parte de los agentes de seguridad en los puntos de control de los aeropuertos.
Aunque el permiso para que migrantes sin identificación abordaran vuelos no es una política exclusiva del gobierno de Biden, el uso de la aplicación CBP One se convirtió en un método clave para verificar su identidad. La nueva política elimina el uso de la app en los puntos de control de seguridad y en el Centro Nacional de Verificación de Transporte de la TSA. Además, prohíbe los viajes aéreos a migrantes que hayan ingresado al país bajo un permiso humanitario temporal (parole) o que estén en espera de su procesamiento migratorio, a menos que presenten una identificación válida aceptada por la TSA o que estén en proceso de autodeportarse.
El parole, implementado bajo el gobierno de Biden, permitía a los migrantes ingresar legalmente a Estados Unidos por hasta dos años mientras resolvían su situación migratoria. Este permiso, que en 21 meses permitió el ingreso legal de unas 800.000 personas, también les permitía solicitar un documento de autorización de empleo. Sin embargo, la nueva administración considera que este programa facilitaba el movimiento de migrantes indocumentados dentro del país.
Esta decisión representa el último esfuerzo de la administración Trump para endurecer las políticas migratorias y restringir el movimiento de migrantes dentro del país, priorizando su salida. El presidente ordenó el cese del uso de CBP One para liberar migrantes en su primer día en el cargo. Su gobierno también pausó las solicitudes de programas de parole y permitió a ICE (Immigration and Customs Enforcement) cancelar el estatus de aquellos migrantes que ya habían sido admitidos bajo este permiso.
La semana pasada, el gobierno revocó una extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para haitianos, medida que siguió a la cancelación de una extensión similar para venezolanos. Además, se firmó un memorándum que autoriza a hasta 600 funcionarios del Departamento de Estado a actuar como oficiales de inmigración, reforzando así los controles fronterizos y los procesos de deportación.