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Se espera un crecimiento de 0%

El Banco Mundial es más pesimista sobre Argentina que el FMI

La entidad cuestiona las proyecciones del Fondo, que en su último Staff Report planteó un aumento del PBI del 2% para este año.

El Banco Mundial es más pesimista sobre Argentina que el FMI

Aunque el último "staff report" del FMI mantuvo su expectativa de crecimiento para la economía argentina del 2% para este año, el Banco Mundial -que venía compartiendo la misma estimación- ahora corrigió a la baja sus pronósticos y ahora espera que el país no crezca en 2023 y que recién avance 2% en los dos años siguientes. El impacto de la sequía, una inflación descontrolada y la restricción en el acceso al dólar.

La entidad presentó este martes su reporte "El potencial de la integración: Oportunidades en una Economía Global cambiante" en el que incluyó cuáles son sus expectativas para los países de América Latina y el Caribe.

El informe estima que el PIB regional crecerá 1,4% en 2023, una tasa inferior a la anticipada. "Se esperan tasas de 2,4 % para 2024 y 2025, demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza", resaltó el documento.

En una conferencia de prensa, William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, afirmó que la situación de Argentina en este contexto es particular. "Argentina tiene muchas cuestiones a resolver", dijo. Al mismo tiempo, señaló: "Apoyamos el programa con el FMI. Creemos que va a ayudar a garantizar la estabilidad macro, que es un prerequisito para los capitales en la región, no sólo para la llegada de capitales extranjeros".

En cuando al flujo de dólares al país y la delicada situación de las reservas, Maloney aseguró que el organismo continuará este año aportando varios préstamos para "trabajar el costado social y la eficiencia gubernamental".

El economista reconoció que la sequía es un problema que no solo afecta a la producción local, sino que atraviesa las realidades económicas de países vecinos, como Uruguay y Brasil. "Es un problema cada vez más importante y resalta el foco que venimos haciendo en cuanto al cambio climático y la necesidad de mitigar el aumento de las temperaturas para hacer a los países más resilientes".

Respecto al panorama para el resto de los países Maloney dijo: "La región sigue siendo una de las menos integradas, mientras que la apertura comercial y la inversión internacional directa se han estancado o han disminuido en la mayoría de los casos durante los últimos 20 años; los países deben encontrar formas de ganar atractivo y aprovechar la tendencia hacia la relocalización de empresas”.

“Además, aprovechar la extraordinaria ventaja comparativa de la región en la producción de energía sostenible, los productos básicos necesarios para las industrias verdes emergentes y su capital natural único ofrece una nueva fuente potencial de crecimiento, pero esto requerirá políticas para facilitar el acceso a los mercados globales, capital y tecnología".

El reporte sugiere una serie de políticas de integración que los países deberían considerar para aprovechar estas oportunidades. Esto incluye políticas de largo plazo, como reducir los riesgos sistémicos, impulsar las inversiones en infraestructura tradicional y digital y mejorar el capital humano; así como opciones a corto plazo, como preservar la estabilidad macroeconómica, impulsar avances en la regulación aduanera y de transporte, y mejorar las agencias de promoción de exportaciones e inversiones.


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