Las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro en Caracas, mantienen este domingo el asedio que comenzó la noche del sábado a la embajada de Argentina en Caracas.
El disidente, Pedro Urruchurtu, denunció este domingo temprano que agentes que trabajan para la dictadura chavista continúan a las afueras de la sede diplomática, actualmente bajo la custodia de Brasil tras la expulsión del personal del recinto.
Urruchrtu había señalado la escalada de hostilidades de las fuerzas de Maduro desde el sábado en la noche, cuando grupos de encapuchados rodearon la sede diplomática y cortaron la electricidad.
El asedio continuó durante toda la noche del sábado y madrugada del domingo. A las 2 de la madrugada, Urruchurtu Noselli, del equipo de trabajo de María Corina Machado, confirmó que los agentes de seguridad del régimen, como parte de su asedio, cortaron el servicio eléctrico de la residencia.
El comando opositor de la dirigente María Corina Machado emitió un comunicado en rechazo a las nuevas amenazas del régimen.
“Esta acción repetida constituye una clara violación a los convenios internacionales en materia de asilo y diplomacia suscritos por el Estado venezolano, así como un ataque a los derechos de los perseguidos políticos, que el mundo debe condenar. Reiteramos el llamado a que se emitan, cuanto antes, los salvoconductos correspondientes para nuestros compañeros”, señala el texto.
Durante la tarde del sábado, el disidente, asilado en la sede, había notificado que los agentes de la dictadura chavista también habían cortado los accesos en la calle, y sobrevolaron drones que “bloquean la señal móvil”, en un nuevo intento por intimidar a los seis opositores que, desde hace meses, están recluidos en el lugar bajo asilo político por la persecución del régimen de Nicolás Maduro y la negativa de concederles un salvoconducto que garantice su salida segura del país.
El Comando con Venezuela, que nuclea a la oposición, enseguida alertó al mundo de lo que estaba ocurriendo y exigió el cese de estas acciones. “¡Basta YA de persecución!”, escribió junto a un video en el que se va a una patrulla con las luces encendidas, estacionada frente al establecimiento.
La Cancillería argentina también se pronunció al respecto y condenó las imágenes que llegan desde Caracas. “El despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de nuestra Embajada y otras maniobras constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional, así como a quienes han solicitado asilo diplomático”, apuntó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Javier Milei, que aprovechó para instar a la comunidad internacional a condenar estas prácticas, agradecer a Brasil sus esfuerzos por proteger sus intereses en el país y reafirmar su compromiso con la “defensa de los derechos humanos, el respeto de las normas internacionales y la seguridad de quienes se encuentran en situación de asilo”.
El último incidente de este estilo ocurrió en septiembre, cuando la situación escaló a nivel diplomático, tensándose incluso el vínculo con Brasil.