El helicóptero que transportaba al presidente iraní Ebrahim Raisi de regreso después de asistir a un acto público sufrió un “aterrizaje duro” este domingo en una zona de díficil acceso, y por el momento no hay noticias sobre posibles heridos en medio de distintas versiones sobre la gravedad del incidente.
De momento no se han dado más detalles sobre la salud del mandatario y de sus acompañantes, entre quienes estaban el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otras autoridades gubernamentales y religiosas, según reportó la agencia oficial de noticias iraní, IRNA.
Raisi volvía de la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde inauguró esta mañana una presa junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en la frontera entre ambos países.
Las "condiciones meteorológicas desfavorables", que incluyen una espesa neblina, y la intransitabilidad de la zona dificultaban las labores de rescate, indicó a la televisión estatal el ministro del Interior, Ahmed Vahidi, que no confirmó que el presidente estuviera a bordo del helicóptero, que formaba parte de un convoy de tres aeronaves de ese tipo en los que viajaba la comitiva presidencial.
"Llegar a la zona del helicóptero puede tomar tiempo", añadió el funcionario. El lugar en cuestión se ubica en el bosque de Dizmar, cerca de la ciudad de Varzaghan.
Los rescatistas están tratando de llegar al lugar, reportó la televisora, pero están teniendo dificultades por el mal clima. En esa zona se reportaron fuertes lluvias y vientos.
Irán usa distintos tipos de helicópteros, pero las sanciones internacionales dificultan el obtener repuestos y actualizaciones de las naves. Su flota militar en gran parte data de antes de la Revolución Islámica de 1979.
Raisi, de 63 años, es un político de línea dura que fue antes presidente de la judicatura y llegó a la presidencia de la república islámica en 2021. Es considerado protegido del líder supremo Alí Jamenei, y hay quienes conjeturan que podría reemplazar a Jamenei, de 85 años, en caso de que éste renuncie o fallezca.