Los saludos, las tortas y el "cumpleaños feliz" para el rey Carlos III comenzaron temprano. Así como las salvas de cañonazos en su honor en todo el Reino Unido.
El monarca cumplió 75 años este martes 14 de noviembre, en lo que fue su segundo cumpleaños como rey y el primero desde que fue coronado. Sin embargo, hubo una ausencia notable: el príncipe Harry, su hijo menor.
¿Lo invitaron o no?
No es un secreto que las relaciones entre el hijo "rebelde" del rey de Gran Bretaña con su padre y con su hermano están prácticamente rotas desde que Meghan Markle decidió sacar a la luz los problemas que sufrió en la corte británica por ser "afroamericana". Incluso, pensó en suicidarse, le confesó a Oprah Winfrey. El príncipe Harry fue su gran apoyo.
Tanto, que ambos dejaron Gran Bretaña y se marcharon a California para educar a su hijo Archie (ahora también son padres de Lilibet). Siguieron siendo los duques de Sussex, pero ya no representan a la corona británica en ningún evento oficial. Sin embargo, Harry es el quinto en la línea sucesoria al trono, luego de su hermano William y sus tres hijos con Kate Middleton.
Al margen de la polémica, la Casa Windsor hizo saber que el rey invitó a su hijo para que estuviera presente este día en Clarence House, la residencia preferida de Carlos con su esposa, la reina Camila.
Pero para la prensa especializada en la realeza británica, ese también fue motivo de un cortocircuito. Mientras se enfatizó en la existencia de esa invitación, al otro lado del Atlántico, Harry dijo que no se lo había invitado oficialmente. ¿Lo necesita para ir al cumpleaños de su padre?
Sea como sea, hay 8 horas de distancia y miles de kilómetros entre los dos integrantes de la familia Windsor Mountbatten. El rey celebró desde muy temprano su segundo cumpleaños como rey, mientras Harry permaneció en Estados Unidos junto a Meghan y sus dos hijos, que, por supuesto, se perdieron la fiesta del abuelo real.
Acercamientos frustrados
Cuando murió la reina Isabel II, Harry fue a participar del funeral que duró 10 días. Y viajó con Meghan. Cuando ambos salieron con William y Kate por el camino que lleva al palacio de Windsor, muchos pensaron que los "fabulosos cuatro" podían limar asperezas, pero no fue así.
Poco después, en sus memorias, Harry relató la ocasión en la que William le pegó y lo tiró al piso enfrente de Kate. Él optó por irse antes de iniciar una pelea entre hermanos.
También reveló la reunión que tuvo con su padre, a solas, y para la que debió solicitar una audiencia. Tampoco hubo suerte. Carlos, ya como rey -aunque no había sido coronado- se mostró duro con su hijo más joven y no hubo reconciliación.
El anteúltimo capítulo de este cortocircuito entre padre e hijo se dio en septiembre de este año. Harry voló solo -sin Meghan- desde California a Londres para participar de los juegos "Invictus" que patrocina. El 8 de septiembre, primer aniversario de la muerte de su abuela, la reina Isabel II, fue a rendirle un homenaje a la tumba en la capilla del San Jorge.
Este martes, en Clarence House, el rey celebró sus "primeros 75 años de vida". Hubo un ausente: el príncipe Harry, el "rebelde".
