El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto incluir "сaras conocidas" en su equipo de gobierno, para lo cual tiene en mente recurrir a empresarios y CEOs.
Así lo informa el portal Axios, que cita a personas familiarizadas con el tema. Según estas fuentes, el mandatario electo por ejemplo no quiere nombrar a exgenerales para su equipo nacional de seguridad, debido a las fuertes críticas que recibió por el tema durante su anterior gestión en la Casa Blanca.
Según el mismo medio, la idea del empresarios es que las posiciones clave durante su próxima administración sean ocupadas por "seguidores leales".
Departamento de Estado
El principal candidato para ejercer las relaciones exteriores del próximo gobierno como secretario de Estado sería el exembajador de EE.UU. en Alemania, Richard Grenell. El funcionario asesoró a Trump en política exterior durante la campaña y las fuentes anticipan que su principal objetivo sería buscar una salida diplomática al conflicto entre Rusia y Ucrania. Al mismo tiempo, recuerdan que el control republicano en el Senado allana cualquier eventual obstáculo para que Grenell asuma el puesto.
Otros dos posibles candidatos para este puesto serían el senador Bill Hagerty, quien ejerció funciones de embajador de EE.UU. en Japón durante el primer mandato de Trump, y el exconsejero de Seguridad Nacional Robert O'Brien. Otro nombre que suena para un alto cargo en el organismo o un puesto clave de embajador es el de Morgan Ortagus, exvocera del Departamento de Estado.
En tanto, la republicana Elise Stefanik, que integra actualmente la Cámara de Representantes, suena como una de las principales candidatas para ser embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas.
Defensa e inteligencia
Para el Departamento de Defensa se barajan varios nombres, entre ellos el del exsecretario de Estado Mike Pompeo y el del republicano Michael Waltz, exasesor antiterrorista del ex vice presidente Dick Cheney bajo la presidencia de George W. Bush. Waltz también suena como posible director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), así como John Ratcliffe, quien ya ocupó este cargo durante el primer mandato de Trump (2017-2020).
Oriente Medio
Otro puesto clave tiene que ver con los asuntos relacionados con Oriente Medio. En la anterior administración de Trump, el encargado de ese tema era el exconsejero superior del presidente, Jared Kushner. Este tuvo un rol relevante como mediador entre varios actores regionales (Israel, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán) para la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020. Sin embargo, el propio Kushner dijo anteriormente ante varias consultas que no está interesado en volver a ocupar un puesto gubernamental.
Por otra parte, el exrepresentante especial para las negociaciones internacionales durante el primer mandato de Trump, Avi Berkowitz, que trabajó con Kushner, también sumarse al equipo de Trump para asuntos de Oriente Medio.