Ecuador elige este domingo a un nuevo presidente en unas elecciones marcadas a fuego por la violencia narco. El magnicidio del candidato Fernando Villavicencio, el 9 de agosto tras un acto de campaña en Quito, fue solo la punta del iceberg de la penetración del narcotráfico en la vida política y cotidiana del país.
Los ecuatorianos tienen hoy miedo. Los crímenes irrumpieron en la campaña electoral, en medio de masacres cotidianas. El jueves hubo un enfrentamiento armado a pocos metros del candidato Daniel Noboa, que resultó ileso y denunció un atentado. El país se encamina, según estadísticas oficiales, a convertirse en el más violento de la región.
“Aun Ecuador no es un narcoestado, pero vamos en esa dirección aceleradamente. Todas las instituciones cercanas a temas de investigación, prevención y sanción del delito están contaminadas por operadores del crimen organizado y del narcotráfico. Son poderosos actores que se mantienen en puestos claves de todos los gobiernos”, dijo el analista político Arturo Torres, fundador y editor del portal de investigación Código Vidrio.
En ese marco, este domingo unos 13,4 millones de ecuatorianos están habilitados para elegir a su nuevo presidente y vice y 137 asambleístas. Además, deben pronunciarse en dos consultas populares: una sobre la paralización o no de la extracción de petróleo en un sector de la selva amazónica y otra para autorizar o prohibir la explotación de minerales en bosques del Chocó Andino, en los alrededores de Quito.
El ganador de estas elecciones deberá completar el mandato del gobernante saliente, Guillermo Lasso, hasta mayo de 2025. Estará apenas 16 meses en el poder. El actual mandatario convocó a comicios anticipados tras disolver el Congreso en mayo.
Quiénes son los candidatos favoritos en las elecciones presidenciales de Ecuador
La candidata favorita es Luisa González, del Partido de la Revolución Ciudadana, cuyo líder es el expresidente Rafael Correa, condenado a 8 años de prisión en 2020 por corrupción y actualmente exiliado en Bélgica.
González lideraba todos los sondeos antes del asesinato de Villavicencio. “El asesinato ha tenido un altísimo impacto político. Las encuestas se han movido y hay un reacomodamiento de las preferencias electorales”, dijo el analista político Franklin Ramírez, investigador del Departamento de Estudios Políticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Ecuador).
En los últimos sondeos conocidos antes del magnicidio, González obtenía entre el 24% y el 29% de las intenciones de votos, más del doble del segundo en las preferencias, el asesinado Fernando Villavicencio, de la derecha anticorreísta del movimiento Construye. Su amigo y colega, Christian Zurita, lo reemplazó en la postulación.
Para ganar en primera vuelta se requiere al menos el 40% de los votos más 10 puntos de diferencia sobre el segundo más votado. Un eventual balotaje está previsto para el 15 de octubre.
“Es difícil que Luisa González pierda el primer lugar. Pero su margen de aceptación ha disminuido tras el asesinato. Antes tenía muchas opciones de ganar en primera vuelta. Ahora esa posibilidad ha caído, en parte porque el candidato Jan Topic, que venía subiendo en las encuestas, se está instalando con mayor comodidad en el segundo lugar”, dijo Ramírez.