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TERCERA GUERRA MUNDIAL

Estados Unidos y sus aliados se preparan para una larga guerra

La guerra, que se suma a los efectos de la pandemia de coronavirus, ha sumido a la economía mundial, que se espera que sufra años de bajo crecimiento, en una nueva crisis.

Estados Unidos y sus aliados se preparan para una larga guerra

Estados Unidos y sus aliados se están preparando para un conflicto prolongado en Ucrania, dijeron los funcionarios, ya que la administración Biden intenta negar la victoria a Rusia mediante el aumento de la ayuda militar a Kiev, mientras se esfuerza por aliviar los efectos desestabilizadores de la guerra en el hambre mundial y la economía global.

El anuncio del presidente Joe Biden esta semana de una ayuda adicional de 1.000 millones de dólares para la seguridad de Ucrania, el mayor tramo de ayuda estadounidense hasta la fecha, ofreció la última prueba de la determinación de Washington para garantizar que Ucrania pueda sobrevivir a una batalla de castigo por la región oriental de Donbas. Países europeos como Alemania y Eslovaquia desvelaron sus propios envíos de armamento avanzado, incluyendo helicópteros y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple.


“Estamos aquí para clavar nuestras espuelas”, dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, tras convocar a decenas de naciones en Bruselas para prometer un mayor apoyo a Kiev.

La decisión de suministrar a Ucrania armas cada vez más sofisticadas, como misiles antibuque y artillería móvil de largo alcance -capaces de destruir importantes activos militares o de golpear en lo más profundo de Rusia- refleja la creciente voluntad de las capitales occidentales de arriesgarse a una escalada involuntaria con Rusia.

Este apoyo parece haber envalentonado al gobierno del presidente Volodymyr Zelensky, que esta semana prometió recuperar toda la Ucrania controlada por Rusia, incluso las zonas anexionadas por Moscú mucho antes de la invasión del presidente ruso Vladimir Putin el 24 de febrero.

Pero los analistas dicen que, a pesar del aumento de la ayuda exterior y de la fuerte moral de las tropas ucranianas, Kiev y sus partidarios no pueden esperar más que un empate con el ejército ruso, mucho más grande y mejor armado. A diferencia del intento fallido de Moscú de tomar la capital, Kiev, la batalla del Donbás ha jugado a favor de las fuerzas militares de Rusia, permitiéndole utilizar ataques de artillería para golpear las posiciones ucranianas y ampliar gradualmente su alcance.

Ivo Daalder, ex embajador de Estados Unidos ante la OTAN que ahora dirige el Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales, dijo que el estancamiento del campo de batalla deja a Estados Unidos con una dura elección: seguir ayudando a Ucrania a mantener un statu quo potencialmente sangriento, con las devastadoras consecuencias globales que ello conlleva; o detener el apoyo y permitir que Moscú prevalezca.


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