El papa Francisco condenó este sábado el “injustificable” crimen de un candidato presidencial en Ecuador y exhortó a los ecuatorianos a trabajar juntos por la paz. El Sumo Pontífice envió un mensaje de condolencias por el asesinato de Fernando Villavicencio en un acto político el miércoles por la noche.
En un telegrama firmado por el secretario de Estado de la Santa Sede, Francisco, que visitó Ecuador en 2015 en uno de los primeros viajes de su pontificado, dijo que oraba por la familia Villavicencio y por todo el pueblo ecuatoriano.
“Recibida la triste noticia del asesinato del señor Fernando Villavicencio, el Santo Padre desea hacer llegar su profundo pésame a vuestra excelencia, a la familia del difunto y a todo el amado pueblo ecuatoriano”, sostuvo el texto y agregó: “Asimismo, ante el sufrimiento causado por la violencia injustificable, que condena con todas sus fuerzas, Su Santidad exhorta a los ciudadanos y las fuerzas políticas a unirse en un esfuerzo común por la paz”.
Villavicencio, segundo en intención de voto para las elecciones generales anticipadas del 20 de agosto, fue asesinado el miércoles por la noche en Quito a balazos, luego de que a principios de agosto denunciara amenazas contra él y su equipo de campaña. Tras este crimen, Ecuador decretó el jueves el estado de excepción por 60 días y hasta el momento se detuvo a seis hombres colombianos vinculados al asesinato.
Homenaje público y sepultura
El cuerpo de Villavicencio fue sepultado ayer en Quito tras ser homenajeado por varios cientos de simpatizantes que reclamaron justicia. Entrada la noche, fue inhumado en el cementerio Monteolivo del norte de la capital, en un acto privado al que asistieron pocas personas. Previamente, el féretro había sido trasladado hasta el auditorio de un centro de exposiciones, en medio de reclamos de sus hermanos que denunciaban que no les permitían ingresar al velorio íntimo por diferencias familiares.
En el lugar de los honores, sus seguidores ondearon pequeñas banderas de Ecuador, que afronta un embate de la violencia vinculada al narcotráfico. En las paredes colgaban enormes pancartas con el rostro del político, que fue asesinado presuntamente por pistoleros colombianos cuando el miércoles salía de un mitin en Quito.
“Mi poder en la Constitución”, decía una simbólica banda presidencial colocada sobre el féretro cubierto por la bandera nacional.
