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Hamás pateó el tablero y dejó a Medio Oriente al borde de otra escalada de violencia

Hay tensión en ambos lados de la frontera. Se espera una intensa presión internacional para encauzar el acuerdo.

Hamás pateó el tablero y dejó a Medio Oriente al borde de otra escalada de violencia

El conflicto en Medio Oriente vive hoy una lucha interna que se define entre ambos lados de la frontera entre Gaza e Israel y bajo la presión cada vez más asfixiante de Donald Trump. La tregua pende de un hilo y la devastada Franja está otra vez al borde de una nueva escalada.

Tras el controvertido plan del presidente estadounidense de relocalizar a 2,4 millones de palestinos y tomar el control de la Franja, Hamas respondió con la suspensión hasta nuevo aviso de la entrega de rehenes previstos en el acuerdo de cese el fuego con Israel. La próxima ronda de liberaciones estaba pactada para el sábado.

El grupo islámico adujo que el ejército israelí obstruyó el flujo de ayuda humanitaria a Gaza y retrasó el regreso de los gazatíes al norte del enclave, dos puntos clave del acuerdo.

“Según Hamas, Israel no ha cumplido sus compromisos con el protocolo humanitario, especialmente impidiendo la entrada del equipo pesado necesario para mover los escombros y recuperar los cuerpos atrapados”, dijo el analista palestino Mkhaimer Abusada, exjefe del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Al-Azhar en Gaza.

Israel respondió que se trata de una “violación total” de la tregua. En concreto, ambas partes se acusan de incumplir el acuerdo. Israel, a través de su ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó a sus fuerzas militares prepararse “al máximo nivel de alerta ante cualquier posible escenario en Gaza”.

¿Una lucha de halcones y palomas?

La suspensión del acuerdo dejó otra vez en el limbo a las decenas de rehenes cautivos en Gaza, entre ellos siete argentinos. Aún restaban liberar a 17 secuestrados en cumplimiento de la primera fase de la tregua, entre ellos a los argentinos Shiri Silberman y sus hijos, Ariel (de cinco años) y Kfir (de dos), así como a Ariel Horn.

El Foro de Familias de Rehenes pidió de inmediato “asistencia a los países mediadores para ayudar a restablecer y aplicar el acuerdo existente”. Ahora, se esperan días de intensas negociaciones desde Qatar, aliado de Estados Unidos y con un estrecho vínculo con Hamas.

“Ahora veremos mucha presión internacional para que se avance en el acuerdo, pero habrá que ver quienes terminan imponiéndose. En cualquiera de los dos terrenos hay muchos que están poco convencidos de una solución pacífica. Habrá que ver quiénes terminan triunfando. Si hay una prevalencia de halcones o palomas”, dijo el analista Paulo Botta, director de la oficina en Argentina del centro de estudios TRENDS Research & Advisory, con sede en Emiratos Árabes Unidos.

Para Botta, la tregua es un acuerdo de compromiso. “Ni Israel ni los palestinos están convencidos de que sea una solución”, indicó.

En especial, el sector ultraortodoxo del gabinete de Benjamin Netanyahu se opuso a cualquier acuerdo con Hamas. El partido sionista religioso de Ben Gvir, Poder Judío, abandonó la coalición en enero en protesta por el alto el fuego. El ala religiosa del ejecutivo israelí llegó a pedir la anexión de Gaza.

Hoy Gvir exigió reanudar la guerra. ”El anuncio de Hamás debería tener una respuesta en la vida real: un asalto masivo contra Gaza, desde el aire y la tierra, junto con un cese total de la ayuda humanitaria a la Franja, incluyendo electricidad, combustible y agua, e incluyendo el bombardeo de los paquetes de ayuda que ya han sido traídos y están en manos de Hamas en Gaza. ¡Debemos volver a la guerra y destruir!”, dijo en un comunicado.

Pero el gobierno israelí está bajo una fuerte demanda de la ciudadanía. “Hay una gran presión política y de los familiares de los rehenes para recuperar a sus seres queridos. Es una demanda legítima. Además, el gobierno considera que el gobierno de Trump es una excelente oportunidad para avanzar en el proceso de paz con un fuerte apoyo estadounidense”, dijo Botta.

Desde el lado palestino, la visión es distinta. “Entienden que la prioridad de Trump va a pasar por un acuerdo con Irán, que está debilitado, y eso requiere un nivel de tranquilidad del conflicto de Gaza”, afirmó el analista.

Pero los sectores más duros están a un paso de frenar el acuerdo. “Hamas anuncia ataques e incumplimientos del pacto y lo mismo podría hacer Israel. Es cierto que los rehenes han sido devueltos, pero han dicho cosas terribles y han sido mostrados como trofeos. Cualquiera de las partes tienen razones para decir ´hasta acá llegué'”, afirmó.

La segunda fase del acuerdo debería conducir a la liberación de todos los rehenes secuestrados en Gaza y al final definitivo de la guerra. Pero las negociaciones previstas sobre esta nueva etapa aún no comenzaron y están hoy en duda.

 

Son 17 los rehenes que aún deben ser entregados a Israel en la primera fase del cese el fuego (Foto: The Israel Times)
 
 
 

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