Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron el martes por la noche que Israel no estaba detrás de la explosión en el área del hospital Al-Ahli en la Franja de Gaza. En cambio, habría sido un cohete fallido lanzado por terroristas de la Yihad Islámica el que causó la explosión, informa The Times of Israel.
En un breve video, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagar, dijo que “un análisis de los sistemas operativos de las FDI indica que una andada de cohetes fue disparada por terroristas en Gaza, pasando muy cerca del hospital Ahli en Gaza en el momento en que fue alcanzado“.
“La inteligencia de múltiples fuentes que tenemos en nuestro poder indica que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido de un cohete que impactó en el hospital de Gaza“, agregó Hagar. Finalmente, las imágenes muestran que la explosión ocurrió en el estacionamiento y no en el hospital en sí.
El ejército israelí también afirmó que alrededor de 450 cohetes disparados por organizaciones terroristas en Gaza contra Israel se han quedado cortos, cayendo dentro de Gaza, desde el comienzo de la guerra el pasado 7 de octubre, “poniendo en peligro y dañando las vidas de los residentes de Gaza“.
Varios videos revelados por las FDI parecen mostrar el momento en que el cohete se quedó corto y explotó dentro del territorio palestino el martes. Además, en una conversación obtenida por la inteligencia militar israelí, se puede escuchar a dos presuntos terroristas de Hamas discutiendo la explosión y confirmando que el cohete provino de la Yihad Islámica en Palestina, la otra organización terrorista que opera en la Franja de Gaza.
“Dicen que (el cohete) pertenece a la Yihad Islámica Palestina. ¿Es de nosotros?“, pregunta uno de los presuntos miembros de Hamas. “Lo parece“, respondió el otro. “Falló y cayó sobre ellos… Dios lo bendiga, ¿no podría haber encontrado otro lugar para explotar?“, informa el Daily Mail.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió una declaración en la que sentenció que “para que todo el mundo lo sepa: los terroristas bárbaros en Gaza son los que atacaron el hospital de Gaza, no las FDI“. “Los que asesinaron cruelmente a nuestros hijos también asesinan a sus hijos“, agregó.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, por su parte, calificó las acusaciones de que Israel había atacado el hospital como un “libelo de sangre”. “Un misil de la Yihad Islámica ha matado a muchos palestinos en un hospital de Gaza, un lugar donde se deberían salvar vidas“, tuiteó Herzog.
“Vergüenza para los medios de comunicación que se tragan las mentiras de Hamas y la Yihad Islámica, transmitiendo un libelo de sangre del siglo XXI en todo el mundo. Vergüenza para los viles terroristas de Gaza que derraman deliberadamente la sangre de los inocentes“, escribió en su cuenta de Twitter/X.
Inicialmente, se afirmó que la explosión había ocurrido en el propio Hospital Bautista Al-Ahli, pero las imágenes del miércoles por la mañana mostraron que parecía haber ocurrido en el estacionamiento del hospital, sin que ninguno de los edificios circundantes sufriera daños significativos, informa también The Times of Israel.
Hamas y la mayoría de las naciones árabes han culpado a Israel por la explosión, que según el grupo terrorista Hamas mató a unas 500 personas. El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamas, no obstante, confirmó que la cifra de muertos era de entre 200 y 300 personas.
Anteriormente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó la explosión del hospital como “el último ejemplo desprovisto de los valores humanos más básicos“.
Además, el jefe de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, pidió a los líderes occidentales que “detengan esta tragedia inmediatamente”, y agregó que “los mecanismos árabes documentarán estos crímenes de guerra y los criminales no se saldrán con la suya“.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto afirmó que El Cairo consideraba que el “bombardeo deliberado de civiles es una grave violación del derecho internacional humanitario y de los valores más básicos de la humanidad”. Asimismo, pidió a Israel “que ponga fin inmediatamente a sus políticas de castigo colectivo contra el pueblo de la Franja de Gaza”.
También, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita criticó las “prácticas criminales israelíes”, mientras el asesor presidencial de los Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, lamentó el “ataque israelí al Hospital Baptista”. A su vez, Bahréin pidió un “alto el fuego urgente en Gaza”.
Por último, el grupo terrorista libanés Hezbolá, respaldado por Irán, convocó a un “día de ira” para condenar la explosión en el hospital, culpando a Israel de lo que calificó de “masacre”.
Desde el comienzo de la Operación “inundación de Al-Aqsa” por parte de Hamas el 7 de octubre, en la que al menos 1.500 terroristas cruzaron la frontera con Israel desde la Franja de Gaza por tierra, aire y mar, más de 1.300 judíos han sido asesinados, y otros 199 aún continúan como rehenes.
La gran mayoría de los muertos en las comunidades fronterizas de Israel eran civiles, incluidos tanto hombres como mujeres, niños y ancianos. Familias enteras fueron ejecutadas en sus casas, y más de 260 fueron masacradas en un festival al aire libre, muchas de ellas en medio de horribles actos de brutalidad por parte de los terroristas.