El Gobierno de Israel, liderado por Benjamin Netanyahu, ha aprobado este lunes una declaración de “situación especial en el frente interno” en el país en una jornada marcada por los ataques contra varias zonas de Líbano, incluido Beirut, y ante el temor de una posible respuesta de la organización terrorista Hezbollah.
La declaración de “situación especial” es un término legal para contextos de emergencia que sirve para brindar a las autoridades de una mayor jurisdicción sobre la población civil. De hecho, los poderes de las autoridades militares se amplían significativamente, llegando incluso a poder prohibir reuniones.
La medida, que ha sido votada por los miembros del Gobierno por vía telefónica, tiene una vigencia de 48 horas, a menos que el gabinete de Netanyahu acuerde una prórroga. Por el momento, las autoridades castrenses de Israel, en concreto el Comando del Frente Interno, no han anunciado cambio alguno, recoge The Times of Israel.
Esta declaración se produce en una jornada en que las Fuerzas de Defensa de Israel han bombardeado varias posiciones en el este y el sur de Líbano, así como en la capital, dejando un balance provisional de 356 muertos y más de mil heridos en un bombardeo que, según Israel, busca atacar posiciones de Hezbollah.
Por su parte, la milicia libanesa ha anunciado el lanzamiento de decenas de misiles contra instalaciones militares de Israel. Esta escalada de tensiones se produce una semana después de que la explosión de dispositivos de comunicación -atribuida a Israel- y un ataque israelí sobre Beirut, dejaran casi un centenar de muertos y más de 3.000 heridos.
Las autoridades de Estados Unidos han trasladado su apoyo al Gobierno de Israel y han reivindicado su “derecho a defenderse” de los ataques del grupo que cuenta con el apoyo de Irán y con el que el Ejército israelí lleva intercambiando desde hace casi un año disparos y bombardeos a ambos lados de la frontera.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha mantenido una conversación con su homólogo israelí, Yoav Gallant, una llamada que se ha dado tan solo unas horas antes de que las fuerzas israelíes hayan perpetrado una nueva ola de ataques contra el sur de Líbano.
Austin ha indicado en un comunicado que Israel tiene “derecho a defenderse a medida que Hezbollah extiende sus ataques cada vez más hacia el interior del territorio israelí”, si bien ha resaltado la importancia de “hallar un camino para una solución diplomática que permita a los residentes de ambos lados de la frontera regresar lo antes posible y de forma segura a sus hogares”.
Asimismo, ha instado a lograr un acuerdo de alto el fuego entre Hamas e Israel en la Franja de Gaza para “traer de vuelta a los rehenes” secuetrados por el grupo armado palestino durante los ataques del pasado 7 de octubre, tal y como señala el documento del Pentágono.
“Estados Unidos mantiene su postura para proteger a las fuerzas y el personal norteamericano y se muestra determinado a frenar a cualquier actor regional que busque explotar la situación o extender el conflicto”, ha dicho durante una llamada que Gallant ha aprovechado para justificar esta nueva campaña de ataques al considerar que solo así se facilitará el regreso a sus casas de los israelíes desplazados en el norte.
El repunte de los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah han hecho temer la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó la semana pasada a Estados Unidos sus “planes operativos” respecto a Líbano.