El veredicto llegó tras 12 horas y 26 minutos de deliberación. Spacey, presente en la sala, recibió la noticia -coincidente con su 64 cumpleaños- con lágrimas en los ojos.
El intérprete de House of cards estaba siendo juzgado por haber cometido supuestamente varias agresiones sexuales durante la primera década de los 2000 en varios lugares de Inglaterra.
El artista estaba acusado por agresión sexual, agresión indecente y por ocasionar que una persona se involucrase en una actividad sexual sin consentimiento.
Spacey siempre ha desmentido dichas acusaciones, definiéndose a sí mismo como "un ligón". Tanto es así que el pasado 13 de julio negaba rotundamente haberse comportado "de una manera violenta, agresiva o dolorosa" contra uno de sus denunciantes.
"Fue suave, conmovedor y, en mi opinión, romántico", apuntó en su defensa, afirmando que "él dejó en claro que no quería ir más allá": "Eso pasa a veces y simplemente respetas hasta dónde quiere llegar alguien".
De la misma manera se defendió de la acusación de un hombre que dijo haber sido acosado sexualmente por parte del actor, que lo habría agarrado repetidamente de las partes íntimas cuando estaban solos. Spacey respondió diciendo que, en realidad, lo pasaban "muy bien" juntos y que se sentía "apuñalado por la espalda" por esta y otras declaraciones.