Nicaragua solicita a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU que le permita sumarse a la demanda de Sudáfrica contra Israel por posible genocidio en la Franja de Gaza, informó el organismo en un comunicado.
" Nicaragua, refiriéndose al artículo 62 del Estatuto de la Corte, presentó en la Secretaría de la Corte una Solicitud de permiso para intervenir 'como parte' en el caso relativo a la Aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza (Sudáfrica contra Israel)", indica la nota.
En su solicitud, el país centroamericano señala que tiene "intereses de índole jurídica derivados de los derechos y obligaciones impuestos por la Convención sobre el Genocidio a todos los Estados".
Además, Nicaragua considera que las acciones de Israel son "violatorias de sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio, incluidos los artículos 1, 3, 4, 5 y 6 leídos conjuntamente con el artículo 2".
El 27 de enero, la CIJ ordenó a Israel que adopte todas las medidas necesarias para impedir el genocidio en el enclave palestino y proporcione con urgencia asistencia humanitaria a la Franja de Gaza.
La Corte celebró, los días 11 y 12 de enero, audiencias sobre la demanda presentada por Sudáfrica el 29 de diciembre contra Israel, acusado de violar la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza.
En su discurso, Sudáfrica pidió al tribunal que obligue a Israel a detener la operación militar en el enclave palestino, garantizar el acceso de sus habitantes a alimentos, agua y ayuda humanitaria, y a no impedir el ingreso de las misiones internacionales a Gaza.
Israel participó en el proceso, aunque no reconoce la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de la ONU y hasta ahora ha ignorado sus procedimientos o decisiones.
Según Israel, la demanda sudafricana es una explotación de la Corte y carece de pruebas, mientras Pretoria "colabora con el grupo terrorista, que aboga por destruir el Estado de Israel".
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a 253 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
Desde el comienzo de la guerra en Gaza, más de 27.700 palestinos han muerto y unos 67.100 han resultado heridos, según las cifras del enclave.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.