La Reserva Federal aumentó los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el entorno del 5%-5,25%, recordando que "el Comité monitoreará de cerca la información y estudiará sus implicaciones" y que "estará preparado para ajustar su posición" si es necesario, lo que implica por el momento el fin del ciclo que ya lleva 10 subas de tipos consecutivas.
Un 82% de los expertos consultados por Bloomberg anticipaba un alza hasta el entorno del 5% al 5,25%, mientras que apenas el 17% esperaban que pisase el freno y detuviese ya por completo las subas, dejando los tipos de interés entre el 4,75% y el 5 por ciento.
La mayor parte de los analistas espera que el nivel del precio del dinero ya haya tocado su techo y que permanezca en estos niveles hasta septiembre, cuando comenzará un descenso escalonado para terminar el año en el entorno de los 4,25% al 4,75%. Desde Abrdn, el analista Luke Bartholomew señala que ven probable que estos descensos se den a finales de año. François Rimeu, estratega senior de La Française AM, por su parte, defiende que esto será solo una tregua estival y contempla la posibilidad de nuevas alzas.
Turbulencias
La decisión del banco central se produce en un momento especialmente sensible. A lo largo de esta semana ha llegado a su final uno de los últimos capítulos de la crisis financiera. La entidad californiana First Republic Bank siguió la senda marcada por Silicon Valley Bank y Signature Bank, convirtiéndose en la segunda mayor quiebra financiera por valor de sus activos de toda la historia de EEUU, solo por detrás de Lehman Brothers.
Antes de la decisión, las miradas estaban puestas en una duda clave: si esta será la última subida de tipos, como Powell dejó entrever en la última reunión, o si la crisis bancaria, especialmente tras el hundimiento de First Republic, ha hecho saltar por los aires las previsiones.
Precisamente, la Fed y sus subas de tipos son una de las mayores causas detrás de esta crisis de la banca. Las entidades que habían invertido los depósitos en activos a largo plazo, devaluados por el alza de tipos, ahora se encuentran con un agujero en sus cuentas. En ese punto, el pánico de los usuarios ante la situación y un consecuente éxodo en sus depósitos, están desatando las quiebras en el sector.
Crecimiento
En ese sentido, ahora la Fed tiene que lidiar con estas tensiones al tiempo que lucha por devolver la inflación al objetivo del 2%. Los últimos datos del IPC de Estados Unidos se han situado en el 5% (desde el 6%) de febrero gracias a un retroceso en los precios de la energía. En ese sentido, la inflación subyacente (sin productos energéticos ni alimenticios básicos) se sitúa en el 5,6%. Una situación que aún preocupa al banco central.
El crecimiento económico sigue siendo modesto, pero "es probable que los últimos acontecimientos se traduzcan en un endurecimiento de las condiciones crediticias para los hogares y las empresas y pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación", dijo la Fed.
Respecto al resto de la economía, parece que está aguantando con firmeza el entorno de altos tipos de interés.