La foto conmueve por su crudeza. Una niña de siete años protege la cabeza de su hermano menor mientras ambos están atrapados entre los escombros de lo que fue su casa, derrumbada por dos potentes terremotos de 7,8 y 7,5 grados Ritcher que azotaron Turquía y Siria el domingo.
La imagen fue compartida en Twitter por el representante de Naciones Unidas Mohamad Safa. Los dos niños permanecieron bajo los restos de su vivienda durante 17 interminables horas hasta que pudieron ser rescatados.
“La niña de 7 años que mantuvo su mano sobre la cabeza de su hermano pequeño para protegerlo mientras estuvieron bajo los escombros durante 17 horas ha logrado salir a salvo. Veo que nadie comparte. ¡Si ella estuviera muerta, todos compartirían! Comparte positividad…”, se lee en el tuit publicado por el funcionario de la ONU. Se desconoce dónde fue tomada la foto, aunque se presume que es en algún lugar del sudeste de Turquía.
Los rescatistas buscan sobrevivientes entre los escombros con temperaturas bajo cero
En una dramática carrera contrarreloj, rescatistas buscan este martes sobrevivientes entre los escombros de edificios derrumbados en distintas ciudades y pueblos de Siria y Turquía, afectados por dos potentes terremotos de 7,8 y 7,5 grados Ritcher el domingo. La cifra de víctimas fatales se elevó este martes a 6.256 en ambos países.
Los brigadistas y civiles retiraban con sus propias manos los restos de viviendas y edificios después de escuchar voces de personas atrapadas que clamaban ayuda y que se van apagando gradualmente.
La mayoría de los muertos se contabilizan en Turquía. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) dijo que al menos 4.544 personas fallecieron en ese país. El resto de las víctimas se reporta en la vecina Siria.
Equipos de búsqueda y rescate de todo el mundo arribaban a Turquía y Siria el martes, mientras los rescatistas, con temperaturas bajo cero, retiraban incluso con las manos los restos de edificios aplanados, reportó AP.
Pero dada la amplitud de la zona afectada, el enorme operativo de rescate frecuentemente no pudo llegar a poblaciones arrasadas. “Podíamos oír sus voces, pedían ayuda”, dijo Ali Sao, que dijo que perdió a dos familiares en la población turca de Nurdagi.
Silo, un sirio que arribó desde la ciudad de Hama hace una década, logró recuperar los cuerpos de sus dos familiares y los de otras dos víctimas.
El terremoto derribó miles de edificios en Turquía y Siria
La destrucción provocada por el sismo abarcó cientos de kilómetros en el sureste de Turquía y la vecina Siria, derribó miles de edificios y acrecentó las penurias en una región alterada por los 12 años de guerra civil en Siria y la crisis de los refugiados.
Las réplicas que sacudían las montañas de hierros retorcidos y hormigón dificultaban la búsqueda, cuya urgencia aumentaba conforme bajaba la temperatura.
Solo en Turquía se rescataron a más de 8.000 personas entre los escombros. Unas 380.000 fueron alojadas en refugios del gobierno u hoteles, dijo el vicepresidente turco Fuat Oktay. Otros se aglomeraban en centros comerciales, estadios, mezquitas y centros comunitarios, o bien se los ve envueltos en frazadas alrededor de fogatas al aire libre.
Muchos suplicaban ayuda a través de las redes sociales por seres queridos que creen atrapados bajo los escombros. Funcionarios del Ministerio del Interior dijeron que se “reunían meticulosamente” todas las llamadas para enviar la información a los equipos de búsqueda, según la agencia estatal Anadolu.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que 13 millones de los 85 millones de habitantes se vieron afectados de una u otra manera, y declaró el estado de emergencia en 10 provincias.
En toda la zona afectada por el sismo, el número de afectados podría llegar a 23 millones, dijo Adelheid Marschang, una funcionaria de la Organización Mundial de la Salud.