La NASA intentará descubrir los secretos de Europa, una de las más de 90 lunas que tiene Júpiter. ¿Qué hace al satélite tan especial? Debajo de su superficie cubierta de hielo, podría ocultarse un océano con las condiciones necesarias para albergar vida. Se espera que este misterio se revele con la nueva misión Europa Clipper el 10 de octubre.
La sed por conocer más sobre nuestro vecindario espacial es insaciable. No logramos responder si somos la única forma de vida en el universo ni tampoco confirmamos que haya otros entornos habitables, pero eso puede cambiar pronto.
Con un diámetro menor al de la Tierra, pero una superficie de agua bastante más grande, Europa es uno de los lugares más prometedores en el sistema solar (después de nuestro planeta) para encontrar habitabilidad. Los científicos creen que bajo la capa de hielo de Europa se esconde mucho más que agua: un mundo donde la vida podría ser posible.
Será sobrevolada durante cuatro años por la nave espacial Europa Clipper, la más grande creada por la NASA para una misión planetaria.
¿Cuál es el objetivo de Europa Clipper?
La búsqueda de vida más allá de la Tierra no es el principal objetivo de la NASA en esta misión. Lo que los estudios y análisis de Europa buscan demostrar es la posibilidad de que haya entornos habitables fuera de nuestro sistema solar. La nave va a recopilar información clave para saber si el mundo de hielo tiene los componentes que los humanos sabemos que son necesarios en la Tierra para albergar vida, como una fuente de energía, algunos componentes químicos y la temperatura que permite que el agua esté en estado líquido.
¿Hay agua líquida en Europa, la luna helada de Júpiter?
Gracias a los instrumentos incluidos en la nave es posible detectar gases importantes para la vida en materiales orgánicos. Esos componentes químicos se buscarán encontrar carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno.
También se estudiará la geología de Europa, que se cree es dinámica, al igual que en nuestro planeta. Esto significa que puede haber fricción de placas tectónicas y, por lo tanto, el agua tendría la temperatura necesaria para que no congelarse debajo de la corteza helada y la producción de columnas de vapor de agua llevarían material oceánico a la superficie.
Europa tiene características muy diferentes a nuestra luna y a otros cuerpos rocosos en el sistema solar. Su corteza no está llena de cráteres, y son pocos los impactos visibles de otros cuerpos. Lo que los científicos se preguntan es qué pasa en el satélite joviano para borrar esos impactos. ¿Es causa de alguna interacción entre el agua y la superficie como pasa en la Tierra? ¿Qué es lo que está erosionando los cráteres? ¿De qué sales está compuesta la corteza de hielo? Resolver esas incógnitas es uno de los principales objetivos de la misión.
Los principales desafíos
Es una misión compleja, costosa y larga que se está gestando hace ya algunos años. Además de que el espacio es hostil y nunca coopera, cada cuerpo que lo integra tiene sus propias características que condicionan el curso de las investigaciones.
La primera fase de la misión empezó en 2013, cuando se decidió que por los costos y los riesgos la mejor opción era crear una nave que orbite Júpiter y sobrevuele Europa, en lugar de orbitar el satélite o descender a su superficie.
¿Cuáles son esos riesgos? La magnetósfera de Júpiter. Esta es una capa que protege a los planetas de los vientos solares gracias a su campo magnético. Dentro del enorme campo magnético de Júpiter hay mucha radiación, que podría dañar los componentes de la nave en poco tiempo.
La nave sobrevolará el satélite unas 49 veces en total, con una distancia de semanas entre cada una para evitar que pase demasiado tiempo en las áreas de radiación alta, y se acercará a unos 25 kilómetros de la superficie.
Con un presupuesto de 5.000 millones de dólares, en 2019 la NASA puso en marcha la fabricación de los componentes de la nave con la colaboración de la Agencia Espacial Europea, y en 2022 comenzó el ensamblaje en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) y las pruebas de funcionamiento.
¿Cómo funciona la nave?
Europa Clipper es la nave más grande creada por la NASA, y sus componentes tienen una sofisticación a la altura de lo que requiere la misión. Tiene un ancho de más de 30 metros, más o menos del tamaño de una cancha de básquet, y pesa unos 6.000 kilogramos, de los cuales la mitad corresponden al combustible.
Los paneles solares son más grandes que una cancha de básquet
Cuenta con un par de paneles solares enormes capaces de generar unos 600 watts de energía eléctrica, suficientes para alimentar a la sonda mientras está en el espacio a una distancia tan grande del Sol. Viajarán plegados durante el lanzamiento, pero se abrirán 90 minutos después para impulsar la nave, hacer funcionar los componentes y mantener a estos protegidos de las temperaturas gélidas del espacio con calentadores.
Clipper está equipada con instrumentos que tomarán muestras para el análisis de Europa:
- Dos cámaras de alta resolución
- Cámara termográfica
- Espectrógrafo ultravioleta
- Espectrómetro infrarrojo
- Magnetómetro
- Detector de plasma
- Espectrómetro de masas
- Analizador de polvo
- Instrumento de radar
- Instrumento de gravedad/radio
El objetivo es que la sonda tome muestras tanto fotográficas como de polvo y de gases para tener el análisis más completo posible de Europa. Gracias a estas herramientas será posible distinguir si hay agua líquida y medir su profundidad y salinidad, hacer imágenes cartográficas de los compuestos orgánicos, detectar cambios en el campo magnético de Júpiter y estudiar la atmósfera y el suelo.
¿Cuándo es el lanzamiento de Europa Clipper?
La nave va a ser lanzada este 10 de octubre desde el Centro Espacial Kennedy en Florida a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX, una variante del Falcon 9 ya utilizado en otras misiones como el lanzamiento del telescopio Euclid, la misión tripulada a la Estación Espacial Internacional (EEI), y el lanzamiento del satélite argentino Saocom 1B, entre otras.
A la sonda le espera un largo viaje. Júpiter está a nada más que 965 millones de kilómetros de la Tierra, y la nave tardará cuatro años en llegar. Para aprovechar las ventajas de la gravedad de otros cuerpos pasará por Marte para acelerar hacia el gigante gaseoso, y sobrevolará también a nuestro planeta en 2026 para tener un impulso más para llegar en 2030 a Júpiter.
Las primeras observaciones de Europa llegarán recién en 2031, cuando la nave realice los primeros sobrevuelos. Europa Clipper terminará la misión en 2034, y se saldrá de órbita para estrellarse con Ganímedes, la luna más grande de Júpiter y de todo el sistema solar, en un final necesario para evitar contaminaciones en el satélite helado.
La misión Europa Clipper no solo representará un hito en la exploración espacial, sino también un recordatorio del misterioso universo que nos rodea y una oportunidad para responder preguntas que aquejan a la humanidad hace siglos sobre la vida y habitabilidad en otros mundos.