Un 1° de mayo político y violento en Francia. Con las discusiones sobre el acuerdo de la izquierda unida para las elecciones legislativas inminentes del mes de junio, pero transformado en una telenovela, sin Marine Le Pen frente al monumento de Juana de Arco y los anarquistas “Black Bloc” , “infiltrando” la manifestación de los trabajadores en la plaza de la Nación y erigiendo violentas barricadas, fue una “marcha salvaje” y no autorizada.
La violencia se apoderó de la marcha con los Black Block, que rompieron la manifestación oficial. Un bombero fue agredido por un manifestante cuando trataba de contener el fuego, en la esquina de la calle Alexandre Dumas y el boulevard Voltaire. Hubo destrucción de Mc Donalds, frentes de bancos, aseguradoras y cadenas multinacionales.
El ministro del interior Gerard Darmanin denunció “violencia inaceptables de los “casseurs” (vándalos) en su Twitter. Los bomberos denunciaron la violencia de los que fueron víctimas cuando intentaban con tener el fuego. Un escenario que ya se repitió el año pasado.
“Los cassseurs vienen a perturbar las manifestaciones del 1° de mayo especialmente en Paris, al comenzar con violencias inaceptables. Yo sigo con atención. Pleno apoyo a la policía y a los gendarmes movilizados, garantes de la libertad de manifestar y el orden público”, dijo el ministro.
Al menos 250 marchas hubo en Francia mientras kioscos de los sindicatos vendían bouquets de muguets blancos, la flor del día.
Violencia
La manifestación parisina arrancó el domingo poco después de las 14.30 horas desde la Plaza de la República, con una pancarta "por la paz, las libertades y contra el retroceso social".
La marcha debía llegar a la Plaza de la Nación, a la convocatoria de la intersindical CGT-Unsa-FSU-Solidaires, a la que se sumaron las organizaciones estudiantiles y de estudiantes de secundaria Unef, VL, MNL y FIDL, con demandas por cuestiones salariales , servicios públicos, protección social y transición ecológica.
Pero los incidentes la perturbaron cuando la infiltraron los anarquistas y sus violentos métodos. El área se llenó de sirenas policiales y de gas lacrimógeno mientras se bajaban las persianas de los lugares abiertos.
Una “marcha salvaje” se desprendió de la manifestación. Jóvenes vestidos con ropa negra, máscara y guantes se dirigieron por el boulevard Richard Lenoir, no autorizado por la policía. Hubo enfrentamientos con la policía en esa calle, la plaza de la Bastilla, el boulevard Voltaire y la plaza de la Nación.
En las calles adyacentes al boulevard Voltaire, los manifestantes intentaron levantar una barricada con empalizadas. La ventana de una aseguradora fue destruida a martillazos.
En el mismo boulevard Voltaire, en la plaza León-Blum, los manifestantes presentes atacaron un McDonald's, la mayoría de cuyas ventanas estaban destruidas y cubiertas con etiquetas. Arrojaron proyectiles, incluyendo frutas, a las fuerzas de seguridad. La policía trató de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Una veintena de marcas, en su mayoría McDonald's, aseguradoras, agencias inmobiliarias o bancos, sufrieron daños mientras un coche era atacado.
Los reclamos
Las celebraciones del 1 de mayo cayeron cuando Francia aun no ha terminado su proceso electoral y antes de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio.
Justo cuando la izquierda de Jean Luc Mélenchon busca unirse para conseguir ser el próximo primer ministro francés, en una cohabitación forzada con Emmanuel Macron , si la izquierda unida consigue la mayoría parlamentaria.
Después del mensaje de Jean-Luc Mélenchon al inicio del desfile en la plaza de la República, que anunciaba que un acuerdo entre su partido y los partidos de izquierda estaban "a unos milímetros de distancia", Sandrine Rousseau, la ecologista, quiere creerlo.
“Sí, es posible. Sucederá. Será histórico”, juzgó la líder ecologista en la marcha.
En el contexto de difíciles negociaciones para llegar a un acuerdo de toda la izquierda de cara a las elecciones legislativas, Julien Bayou habló el viernes de la posibilidad de que la izquierda marche bajo una "bandera común", "en apoyo a los sindicatos".
Pero Jean-Luc Mélenchon redujo un poco estos ardores : "¡La foto de familia del 1 de mayo no es el tema! El tema es el contenido del programa social que aplicaremos".
Pero marcharon los sindicatos, que se oponen a la reforma jubilatoria a los 65 años que propone Emmanuel Macron, reelecto presidente.
La reforma jubilatoria
La reforma de las pensiones fue también uno de los puntos de tensión de esta jornada, que es "este año un poco excepcional porque llega una semana después de la reelección de Emmanuel Macron”, subrayó al frente de la procesión el secretario general del CGT, Philippe Martínez.
Consultado sobre los mensajes dirigidos al Presidente de la República, el líder de la CGT respondió: "los mensajes, él los sabe: más salarios, trabajos de calidad, no jubilación a los 65 sino jubilación a los 60". Para él, es posible una nueva movilización tan pronto como "antes del inicio del año escolar, porque el nivel de insatisfacción con las pensiones o los salarios es muy alto".
"Nos oponemos resueltamente a cualquier forma de aumento de la edad de jubilación", reclamó el secretario general de FO, Yves Veyrier, presente en la manifestación.
“Los políticos hacen su juego en las elecciones legislativas. Lo que pensamos es que frente al poder de turno, es a través de luchas, que se va a dar”, señaló el titular de Solidaridad , Simon Duteil.
En cuanto a Unsa, su secretario general adjunto, Guillaume Trichard, hizo hincapié en el tema del poder adquisitivo, que "abarca las elecciones presidenciales y abarcará las legislativas".
