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TENÍA 104 AÑOS

Murió la "abuela centenaria" que rompió un récord mundial por saltar en paracaídas

Una semana después de saltar en paracaídas a sus 104 años y romper la marca mundial, Dorothy Hoffner falleció tras vivir más de un siglo emocionante

Murió la "abuela centenaria" que rompió un récord mundial por saltar en paracaídas

"La edad es sólo un número", afirmó Dorothy Hoffner después de romper el récord mundial para convertirse en la persona de mayor edad en la historia en completar un salto en paracaídas, a 13.500 pies de altura.

A sus 104 años, y apenas una semana después de conseguir el histórico hito, la mujer estadounidense falleció, pero su recuerdo quedará inmortalizado en las páginas del libro de los Récords Guinness y en la memoria de quienes la acompañaron en sus aventuras.

La mujer, que trabajó toda su vida para la compañía Illinois Bell Telephone Co., no sólo fue conocida por su hazaña, sino también por su espíritu indomable y su sociabilidad.

La abuela centenaria vivió una “vida emocionante", dijo en un comunicado un portavoz de Skydive Chicago & U.S. Parachute Association, quien compartió la noticia de su muerte con el Chicago Sun-Times.

Pocos días después de batir la marca establecida en 2022 por la sueca Linnéa Ingegärd, de 103 años, y llegar al punto máximo de adrenalina a través del paracaidismo, Hoffner falleció mientras dormía el domingo por la noche en su centro de residencia para personas mayores de Chicago, según su amigo cercano Joe Conant, de 62 años.

Conant le dijo al Washington Post que la muerte de Hoffner "fue inesperada", pero se alegró de que ella haya podido "apreciar sus últimos días".

A sus 104 años, y apenas una semana después de conseguir el histórico hito, la mujer estadounidense falleció

No era una novata

"El paracaidismo es una actividad que muchos de nosotros guardamos de forma segura en nuestras listas de deseos", dijo el portavoz de Skydive Chicago a The Sun-Times. "Pero Dorothy nos recuerda que nunca es demasiado tarde para vivir la emoción de su vida".

Cuando Hoffner comenzó a saltar en paracaídas, abrazó la libertad de volar sobre Ottawa, Illinois, en las afueras de Chicago. La mujer no era una novata: hizo su primer salto a los 100 años, cuando necesitó un ligero empujón para poder salir del avión.

A partir de ese primer salto, Dorothy abrazó la libertad del aire y su vida no fue la misma, a pesar de todas las experiencias que vivió a lo largo de más de un siglo.

“Ella era simplemente infatigable, simplemente siguió adelante. Nos dio una cantidad increíble de su espíritu y vida a todos nosotros, y nos inspiró a todos”, expresó Conant, quien la llamaba cariñosamente “abuela”.

Hoffner desarrolló fuertes lazos con la gente de su comunidad en el complejo Brookdale Lake View Senior Living Facility, donde permaneció durante gran parte de su vida. Su gran amigo recuerda cómo a ella le encantaba invitar a otros a unirse a ella en las comidas y competir en intensos juegos de trivia. De hecho, fue en uno de estos encuentros donde la mujer expresó su deseo de saltar en paracaídas al escuchar los planes de Conant de hacer tal actividad.

“Vamos a asegurarnos de hacerlo de nuevo este verano, realmente quiero ir a saltar en paracaídas de nuevo”, fue lo que dijo la mujer, según recordó uno de sus seres más cercanos para Chicago Sun-Times. Finalmente, ese deseo se convirtió en un salto récord.

"No lo hizo por el récord mundial"

Aunque la noticia de su salto se extendió por todo el mundo, la atención mediática inicialmente irritó a Hoffner. “Ella no lo hacía por el récord mundial. Lo estaba haciendo porque quería saltar en paracaídas”, mencionó Conant.

Y agregó: "Ella fue ingeniosa y alerta en su vejez, tenía una chispa vivaz y muchas ganas de conectarse con otras personas". La anciana evidenció su naturaleza intrépida durante su emocionante paracaidismo atada a su instructor de la Asociación de Paracaidistas.

Las imágenes del salto mostraron el efecto ondulante de la Fuerza G en su rostro, pero fue su imborrable sonrisa lo que llamó más la atención cuando las fotos del salto se volvieron virales en las redes sociales.

La abuela centenaria aterrizó sobre el pasto con estilo y gracia junto a su instructor, a pocos metros del asfalto de la pista en Chicago. La multitud, que fue testigo del proceso y la consagración mundial, quedó fascinada por la energía que demostró Dorothy.

El espíritu indomable de la mujer se pudo ver una vez más cuando se levantó rápidamente y tomó su andador para caminar hacia la multitud. La expresión de satisfacción y orgullo por lo conseguido permaneció en el rostro de la paracaidista durante varios minutos, mientras quienes la acompañaron en una nueva aventura la llenaban de elogios. "Todo fue encantador, maravilloso, no podría haber sido mejor", les dijo.


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