"Guyana va a recibir al barco amenazante del decadente imperio británico", dijo Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, para poner a sus fuerzas militares en estado de alerta máxima. En medio de la tensión por la discusión territorial sobre la región del Esequibo, la llegada de un buque militar británico generó la respuesta bolivariana.
Maduro anunció que fuerzas del ejército, la marina y la aviación harán ejercicios militares "defensivos" sobre el Caribe oriental del país y su proyección sobre el océano Atlántico. Para el mandatario venezolano, el arribo del HMS Trent a la zona marítima de Guyana es una "provocación" y una "amenaza" para su país.
Como suele hacer Maduro, dio un discurso emitido por cadena rodeado con la cúpula de las tres Fuerzas Armadas. Dijo que se ponía en marcha una "primera fase" para una amplia operación que tiene como objetivo proteger y evitar cualquier tipo de agresión o amenaza sobre la integridad del territorio venezolano.
El problema es que Maduro considera que toda la región del Esequibo le pertenece a Venezuela. Son unos 160.000 km² ricos en gas y petróleo que por el momento están en manos de Guyana. Su importancia no solo radica en los recursos naturales. La extensión del Esequibo representan dos tercios de toda la superficie de Guyana.
Está en disputa desde el siglo pasado, y Venezuela no reconoce un fallo de un arbitrio en París de 1899 a favor de Guyana. Maduro, recientemente, presentó un mapa con el territorio como parte venezolana y hasta designó a un gobernador militar interino. Sin embargo, hay una decisión del Tribunal de la Haya de no innovar hasta que se resuelva definitivamente el pleito diplomático.