El sábado a la madrugada, cuando el reloj tocó las cinco de la mañana, Natán se levantó sobresaltado. No era un sueño, tampoco era el despertador lo que escuchaba. El sonido agudo que entraba por sus oídos se volvió más intenso y ahí reaccionó. Se trataba de una sirena. ‘¿Será un incendio?’, pensó. Pero no. Eran sirenas antimisiles, en el feriado en que se conmemora la Torah.
Natán se levantó de la cama, se vistió y corrió al refugio que está ubicado en el edificio residencial en el que vive. Fueron tres alertas. Cuando subió a su departamento para comprender qué estaba pasando, prendió la tele y las imágenes eran estremecedoras. Ni en las películas que él podría haber dirigido se imaginó un panorama tan hostil. Así comienza su historia.
El gobierno de Israel declaró el estado de guerra tras un masivo ataque sorpresa del grupo Hamas, que logró -en una operación sin precedentes- infiltrar desde Gaza a decenas de guerrilleros en varias ciudades del sur del país. Hasta el momento hay 1.200 muertos en Israel. Siete de ellos son argentinos. En la Franja de Gaza los muertos ascienden a 1.055.
Natán de Leo es platense y del Lobo y fue convocado como reservista israelí en la zona de conflicto con Hamas.
Sobre las imágenes que comenzaron a dar vuelta el mundo de las atrocidades que estaba cometiendo el grupo Hamas comenta: “Ningún israelí podía creer lo que veía. Las imágenes que están dando vuelta por Internet son escalofriantes, pero lo más triste es que son verdaderas”
En cuestión de horas la vida de Natán cambiará para siempre. “Ese mismo sábado al mediodía me llamaron del ejército para que me preparara para ir a combatir”. Todavía en estado de shock por la noticia de la llegada de una nueva guerra, el argentino que vive hace 8 años en Israel agarró su mate, la camiseta de Gimnasia y Esgrima de La Plata y la última de la Selección Argentina, con las tres estrellas y con el 10 de Lionel Messi invicto en la espalda. Ese será su kit de supervivencia los días, semanas y meses que dure el conflicto en Medio Oriente.
La camiseta con las tres estrellas, parte de su kit de supervivencia en el conflicto.
Su amor por Israel, país al que considera su segunda casa, no lo hizo dudar ni por un segundo su decisión de alistarse con el ejército.
"Es un desastre lo que está pasando. No se veía algo así desde hace 50 años. Tomó por sorpresa a la gente, al gobierno y al ejército. Ayer convocaron a 300 mil reservistas para apoyar a la Fuerza Militar y no dudé en estar acá. Todos tenemos un amigo al que mataron. Ni siquiera los animales hacen las cosas que hizo el Hamas”, cuenta, estremecido mientras las sirenas se oyen del otro lado del teléfono.
En Israel el servicio militar es obligatorio a partir de los 18 años, tanto para hombres como para mujeres. Natán aterrizó en Tel Aviv en enero de 2016, cuando tenía 26 años y en medio de la mudanza decidió, por motus propio, voluntarizarse para ayudar con la Tierra Santa. Ese mismo año se dedicó, también, a estudiar hebreo. Después, dio servicio en el ejército como combatiente durante un año y medio en una unidad especial que se llama ACFIR (en español significa "leones"). “Hasta los 40 años quedas como reservista y te presentás cuando te convoca tu gobierno”, explica el argentino. El llamado llegó este sábado.
Cuando Natán finalizó su entrenamiento bélico decidió retomar con su carrera, que había pausado desde que emigró de Argentina y que también es uno de sus grandes amores: el cine. Natán es cineasta. Trabaja en filmaciones de cines y series para la televisión y para el mundo publicitario. En Argentina trabajó como ayudante de dirección con directores de renombre como Lucrecia Martel, Diego Rafecas, Ariel Winograd, Pablo Trapero.
Como si su vida estuviera dirigida y creada para un filme, el argentino de 33 años confiesa que si bien eligió Israel para vivir más tranquilo y con otra estabilidad económica, no pensó que la guerra podría llegar tan rápido.
Soltero, vive solo en Ramat Gan, una ciudad muy cercana a Tel Aviv, la capital financiera del país. “Me tomo un subte y estoy a diez minutos”. Es uno de los distritos más poblados de Israel, forma parte de Tel Aviv, y del área metropolitana de Gush Dan. Una de las ventajas que tiene el edificio en el que vive es que tiene un refugio en su interior.
El sábado, mientras veía en el televisor cómo explotaban los misiles por el aire, se comunicó con su familia en Argentina, compuesta por dos hermanos y sus dos padres, y les dijo que en cuestión de horas se iba a luchar por Israel. El joven mandó una selfie mientras se alistaba para ir a combatir al enemigo. “Les dije que no podía ir a la guerra sin mate, es como ir sin armas”. Natán no lo dice, pero bromeó hasta con sus compañeros del ejército. Ni las peores crueldades humanas pueden sacarle la sonrisa.
Su familia platense le pidió que se cuide, que no se haga el héroe y que regrese a la Argentina ni bien pueda. Es lógico: tienen miedo de que se muera combatiendo o que la guerrilla de Hamas lo secuestre. “Ellos entienden que es mi decisión estar acá en este momento y la respetan, entienden que es mi casa y que estoy peleando por mi casa, por mis amigos, por mi familia y por mi segundo país que es Israel”, aseveró.
En Israel viven los hermanos de su abuela materna, que emigraron hace 70 años y que formaron una familia numerosa con la que Natán comparte cálidos encuentros.
Mientras las noticias que llegan de la Franja de Gaza no son alentadoras y 1.304 argentinos pidieron regresar de emergencia a la Argentina, el nombre de Natán quedará en la memoria de sus queridos y del pueblo al que responde.
La guerra entre Israel y Hamás se intensifica en la Franja de Gaza y en la frontera norte con Hezbolá, y ahí estará Natán para combatir contra el enemigo, que es hostil y que promete ser sangriento con sus adversarios. Pero Natán no teme luchar.
Si bien aún no sabe qué decisión táctica tomará el ejército para la guerra, el cineasta explica que la incursión por tierra será lo último que hagan los militares. Por ahora serán bombardeos por la Fuerza Aérea, después habrá ataques con artillería pesada como tanques y por último la entrada a Gaza con los soldados a pie. “Aún no se sabe pero en general así es como funciona el ejército israelí”, dice.
-¿Tenés miedo a morirte, Natán?
-¿Miedo? La verdad que no siento. Estoy preparado para lo que está pasando, también la gente que me rodea. La verdad es esa. No tengo dudas de que la victoria será de Israel. No tengo ni idea de cuánto puede llegar a tardar esto, no sé si es una semana, un mes o años. No lo sé, pero espero que sea la última que nos encuentre así de divididos”.
La comunicación se cortó y Natán se fue a alistar para dar su vida por el pueblo israelí. Su coraje lo acompañará el tiempo que sea necesario.