El Museo de Louvre y el Palacio de Versalles, en París, fueron evacuados “por razones de seguridad”. Francia está en estado de alerta máxima luego de que el museo recibiera “mensajes de amenaza de bomba”, a un día de que un hombre atacará a un profesor.
Este viernes, un hombre de origen checheno apuñalo a un profesor e hirió a dos hombres en el liceo Gambetta, en Arras, al norte de Francia. Las autoridades francesas precisaron que el hombre realizó el ataque al grito de “Allah Akbar” (“Alá es grande”), una expresión de la fe musulmana y utilizada por autores de ataques yihadistas que ya ocurrieron con anterioridad en Francia.
En Francia vive la tercer mayor comunidad judía del mundo, después de Israel y Estados Unidos. Tras los ataques de Hamas a Israel, y el ataque del viernes, las autoridades francesas aumentaron el nivel de alerta, que pasó de "riesgo atentado" a "emergencia atentado".
Evacuaron el museo del Louvre y el Palacios de Versalles
Las alarmas se encendieron por amenazas de bombas en el Museo. "Queridos visitantes, por motivos de seguridad, el Museo del Louvre cierra sus puertas hoy, 14 de octubre. Quienes hayan reservado entrada podrán pedir el reembolso. Gracias por su comprensión", publicó el museo en su cuenta de X (ex Twitter).
Según la prensa francesa, unas 15.000 personas fueron evacuadas del museo, el más grande del mundo. Horas después de que se cerrara el Louvre, las autoridades francesas evacuaron también el Palacio de Versalles, una de las atracciones turísticas más populares del mundo.
El diario Le Figaro informó que "el Palacio de Versalles está siendo evacuado", y detalló que las autoridades recibieron "una amenaza de bomba en un mensaje anónimo enviado a través del sitio moncomissariat.fr."
Por la tarde, uno de los pasillos de la estación de trenes Gare de Lyon de París, desde donde parten las principales líneas ferroviarias hacia el sureste de Francia, fue evacuado. En el lugar se encontró una botella de protóxido de nitrógeno, pero fue una falsa alarma, informó una fuente policial.
"Es una intervención habitual", pero no hay "nada en particular", afirmó un portavoz de la SNCF, citado por Le Fígaro.
