Más de un centenar de policías de Londres renunciaron a portar armas letales, en una polémica decisión que causó sorpresa en la sociedad británica. La medida fue dispuesta tras la inculpación por asesinato de un compañero, que mató durante un operativo a un joven afrobritánico hace un año.
El policía inculpado se presentó ante la justicia el jueves pasado por el asesinato de Chris Kaba, de 24 años.
Kaba, que no iba armado, murió el 5 de septiembre de 2022 por un disparo de un policía, en el sudoeste de Londres.
Según la policía, la matrícula del auto de Kaba fue detectada por una cámara que indicó que se trataba de un vehículo relacionado con un incidente con armas de fuego.
La ministra del Interior británico respaldó a los policías de Londres
Tras esta iniciativa de protesta, muy inusual, la ministra del Interior, Suella Braverman, expresó su “apoyo total” a los policías armados que “arriesgan su vida para garantizar nuestra seguridad”.
Estos agentes, que “deben tomar decisiones en una fracción de segundo bajo una presión extraordinaria” no “deben temer acabar en el banquillo de los acusados por haber cumplido con su deber”, añadió.
La mayoría de los 34.000 policías de Londres no van armados. De los que portan armas, “muchos están preocupados” por las posibles consecuencias de estos procesamientos, afirmó un portavoz de Scotland Yard.