Leonardo vive en Quilmes, juega al fútbol en Los Andes y, como muchos hinchas argentinos, es muy apegado a las cábalas. Vio todos los partidos de la Selección argentina en el Mundial de Qatar 2022 con la misma ropa, pero su afán por las supersticiones es tan grande que lo llevó a ir mucho más allá, a punto tal de arrojarse de una tribuna a la otra solo para cumplir con el ritual considerado ganador.
“Llegué para el partido contra Polonia y me perdieron la valija, así que vine al estadio con lo que tenía puesto y no cambié más. Sigo viniendo con la misma ropa”, le cuenta a TN en las inmediaciones del estadio Lusail, escenario del decisivo cruce con Croacia por un lugar en la final.
De remera negra y bermuda del mismo color, el celeste y blanco no es una opción para el vestuario de Leonardo: “Si hoy me revisás la valija -continúa-, vas a encontrar 15 camisetas de Argentina, pero como no me la puse el primer partido dije ‘ya está, me pongo lo mismo de siempre’”.
La ropa interior, claro está, tampoco se toca. “Lavo el boxer un día antes de cada partido para tenerlo listo. No puedo ponerme otro”, dice. Y antes de que esta cronista intente indagar más en su espíritu cabulero, Leonardo se adelanta: “La ubicación es otro de los temas que me preocupan”.
Leonardo muestra los dos dedos fisurados.
“No podía verlo en otro lugar, sentía que rompía la cábala”
Cuenta Leonardo que presenció los triunfos sobre Polonia y Australia en el mismo sector, “pero lamentablemente, contra Países Bajos, conseguí una entrada en una tribuna de arriba, en el bloque cuatro”.
No hubo emoción en el joven por asegurar su presencia en el partido. Una vez adentro del estadio Lusail, mientras las tribunas se iban poblando de hinchas argentinos, Leonardo estaba preocupado: “Me puse mal porque sentía que rompía una de las cábalas. No podía verlo ahí. Así que, nada, me tiré”.
“Del punto de la hinchada donde estaba, me tiré 10 metros para abajo y los hinchas me agarraron, pero igualmente me fisuré dos dedos”, menciona el joven mientras exhibe las lesiones en el mayor y el anular de la mano derecha. “Me ayudaron los hinchas -sigue-. Acá ya nos conocemos todos los argentinos. Nos conocemos las cábalas, y yo antes de cada partido les digo: ‘miren que si yo no consigo, me tengo que tirar porque tengo que estar con ustedes’”.
La ropa es otro de los desvelos de Leonardo, que decidió dejar las camisetas de la Selección en la valija.
Leonardo, una vez más, está presente en el partido con Croacia. Sin embargo, pudo conseguir un asiento en el mismo sector que ya había despreciado anteriormente.
-¿Y entonces? ¿Qué vas a hacer?
-Tirarme de vuelta. Así que si ves un pájaro volando...
-¿No tenés miedo de lastimarte de nuevo?
-Sé que no está bien, pero hay que respetar las cábalas. Y por un pase a la final estoy dispuesto a todo. En cuanto los guardias se descuiden, me vuelvo a tirar.