Marlene Engelhorn tiene 29 años, estudia Lengua y Literatura Alemanas en la ciudad de Viena y en cuestión de años podría convertirse en una de las personas más ricas del planeta.
Sin embargo, la joven adulta saltó a los titulares internacionales esta semana cuando anunció que planea renunciar a los 4.200 millones de euros que le corresponden como herencia porque no quiere ser "tan rica".
Engelhorn es la siguiente heredera en la línea de los fundadores de BASF, una empresa germana fundada en el siglo 17 y que hoy por hoy es la mayor compañía química del planeta, con no menos de 60.000 millones de euros en ventas cada año.
Su abuela, Traudl, está en el puesto 687 de las personas más ricas del mundo que realiza la revista Forbes. Pero Engelhorn se rehúsa a sumar su propio nombre a esa lista.