El pueblo barcelonés de Sallent no sale de la conmoción luego de que las gemelas argentinas de 12 años tomaran la decisión de tirarse del balcón de su departamento. Alana, que se encontraba en un proceso de transición de identidad de género y pedía ser nombrada como Iván, murió tras sufrir el impacto y Leila continúa internada luchando por su vida. La investigación oficial certificó que las hermanas intentaron suicidarse por el bullying que sufrían en el colegio.
Sallent es un pequeño pueblo de 7000 personas ubicado a 70 kilómetros de Barcelona en el que todos se conocen con todos. La ciudad cuenta con dos escuelas, una inicial y una secundaria, y todas las personas confirman que en esta última hay casos de bullying. Incluso, algunos padres tuvieron que sacar a sus hijos de ese colegio y llevarlos a instituciones ubicadas a 30 o 40 kilómetros.
La realidad en el pueblo es dual. Por un lado, está el relato de los adultos que repudian el accionar de la escuela que podría haber evitado el trágico final. Por el otro, están los jóvenes que no quieren hablar con los medios porque desde el mismo colegio los amenazaron con suspenderlos o expulsarlos en caso de contar el infierno que se vivía dentro del Instituto Público Llobregat.
Sin embargo, algunos alumnos valientes contaron el calvario que vivían Leila y Alana. Sobre todo esta última, que se había cortado el pelo corto y pedía a sus compañeros que la llamen Iván. Gustavo Lima, el abuelo de las nenas, contó que los alumnos le decían “Ivana” a su nieta y que ese fue uno de los desencadenantes que terminó con la fatal decisión.
Aitana era la mejor amiga de Alana pese a que era dos años mayor que ella. La nena de 14 años contó al diario catalán La Vanguardia que los compañeros de las gemelas argentinas les decían “sudacas”, se reían de su acento y las discriminaban por el simple hecho de ser argentinas. “Las acosaban, las rodeaban, les pegaban y les decían cosas”, recordó otra menor, que asiste al mismo colegio.
La alumna, que no dio a conocer su identidad, contó al sitio español El Caso que desde que entraron las hermanas eran “las nuevas” y agregó: “Porque eran argentinas les decían todo el tiempo que se volvieran a su país. Cuando se cortó el pelo una de ellas la empezaron a molestar con cosas sobre su sexualidad”.
Aitana reveló que en septiembre del año pasado las hermanas iniciaron el año escolar en cursos separados, pero que luego trasladaron a Alana a la clase de Leila para tratara de amortiguar el conflicto que desencadenaba el acoso escolar que padecían. “Porque Alana no se callaba, les plantaba cara, se defendía y al final siempre terminaban castigándola a ella”, agregó.
El otro dato que reveló la alumna complica aún más la situación del colegio en el manejo del bullying en las aulas. De acuerdo al testimonio de Aitana, las gemelas fueron trasladas a otro patio: “Las pusieron con los de mi clase, de cuarto, y los de segundo”.
La voz del pueblo de Sallent: “Basta de bullying”
Esta mañana se realizó una nueva reunión en el colegio público Llobregat de Sallent, mientras un grupo de padres hizo una nueva protesta en la puerta del instituto. En unas horas habrá una nueva manifestación desde la casa y mañana harán más movilizaciones tanto en la escuela como en el edificio desde el que las gemelas decidieron tirarse.
La consigna en Sallent es una sola: basta de bullying. Todas las voces que recorren este pequeño pueblo de 7000 personas confirman que el acoso escolar es una realidad y que nadie hace nada para frenarlo. Ni las autoridades del colegio, ni las autoridades municipales, ni los propios adultos con sus hijos.
Sandra, vecina del pueblo catalán, habló y contó parte de la realidad que viven: “Sallent está revolucionado. Son muchos años en los que se ejerció bullying. A las niñas les llamaban ‘sudacas’. Acá hay un problema que si no hablas catalán, es como que no eres de Sallent. Aquí si eres gordito, tienes pecas o eres diferente por alguna razón eres motivo de linchamiento”.
“Para la época en la que estamos, esto no debería pasar y sigue pasando. Que pasen estas cosas hoy en día es inadmisible. Tendríamos que ser de mente abierta, pero somos cavernícolas”, señaló José, otro vecino de Sallent.
La mujer, por su parte, criticó el accionar de las autoridades de la escuela: “Ellos van a decir que son cosas de niños y ya está. No explicaron qué tipo de protocolo o iniciativa van a hacer. No se dice la verdad, solamente reconocen que hubo algo de bullying”.
“Los docentes están todos callados. Algunos están empezando a atreverse a hablar, pero de momento es como que están amenazados de que no pueden hablar. De hecho hoy en la manifestación del colegio les han dicho a los niños que no hablen porque si no serían sancionados o expulsados. Les han quitado los teléfonos”, denunció Sandra.
Mientras tanto, Lucas y Maia, los papás de las gemelas, conservarán las cenizas de Alana hasta que puedan viajar y llevarlas a Argentina. Esperan ahora la evolución de Leila, la gemela que sobrevivió a la caída y que sigue internada en el hospital Park Taulí de Sabadell.