Dani Alves pasó su primera noche en prisión luego de que el viernes una jueza de Barcelona hiciera lugar a la denuncia de una mujer que lo acusó de haberla violado en el baño de un local bailable de esa ciudad de España el último día de 2022. Joana Sanz, la esposa del jugador brasileño que militaba en Pumas de México, club que le rescindió el contrato, publicó un desesperado mensaje
El desesperado pedido de Joana Sanz, esposa de Dani Alves
“Pido por favor a los medios de comunicación que están por fuera de mi casa, que respeten mi privacidad en este momento. Mi madre ha fallecido hace una semana, apenas he empezado a asumir que ella ya no está como para que me atormenten con la situación de mi marido. He perdido los únicos dos pilares de mi vida, tengan un poco de empatía en vez de buscar tanta noticia en el dolor ajeno. Gracias”.
De hecho, desde que el pasado 2 de enero la víctima presentó su denuncia, la policía catalana interrogó a varios testigos, entre ellos personal de seguridad del local, vio las imágenes de las cámaras de seguridad de la disco y tomó muestras en el lugar de los hechos.
Todas esas diligencias, unidas al examen forense que se practicó a la denunciante cuando fue atendida en el Hospital Clínic de Barcelona, llevan a la jueza a la conclusión de que existen suficientes indicios de que Alves cometió la agresión sexual.
Y, para ello, la instructora tuvo también en cuenta la declaración “contundente” y “persistente” de la víctima, quien también prestó declaración ante la jueza y se ratificó en la denuncia que presentó en comisaría, en todos los extremos.
Por todo ello, la jueza acordó prisión provisional para el detenido, al considerar que presenta riesgo de fuga y de sustraerse de la acción judicial, teniendo en cuenta su capacidad económica, que reside en el extranjero y que tiene doble nacionalidad, brasileña y española.
En ese sentido, razona la magistrada que Brasil no tiene convenios de extradición con España, lo que incrementa el riesgo de que el deportista intente huir de la justicia española y refugiarse en su país de origen.
Tras esperar la resolución judicial en los calabozos de la Ciudad de la Justicia, el exjugador del Barcelona ingresó la tarde de este viernes en la cárcel Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona).