Turquía dió por concluidas las operaciones de rescate tras el devastador sismo del 6 de febrero, aunque dispuso mantener los dispositivos en las dos provincias más golpeadas por el terremoto que dejó decenas de miles de muertos, anunció la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD.
"Siguen las tareas en las provincias de Kahramanmaras y Hatay", dijo el director del organismo Yunus Sezer a periodistas en Ankara. "Continuamos estos esfuerzos todos los días con la esperanza de llegar a un hermano o hermana vivo”, agregó.
El terremoto de magnitud 7,8 que asoló el sureste de Turquía y la vecina Siria deja más de 46.000 muertos y al menos un millón de personas sin hogar. Además, se espera que el costo económico del desastre ascienda a miles de millones de dólares.
Mientras continúan las operaciones de rescate en las dos provincias, no ha habido señales de sobrevivientes desde que tres miembros de una familia (una madre, un padre y un niño de 12 años) fueron extraídos de un edificio derrumbado en Hatay el sábado. El menor murió más tarde.
Damnificados
La Organización Mundial de la Salud calcula que unos 26 millones de personas tanto en Turquía como en Siria necesitan ayuda humanitaria.
En Siria, donde se han registrado más de 5.800 muertes, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que las autoridades del noroeste del país estaban bloqueando el acceso a la zona.
"Esto está obstaculizando nuestras operaciones. Hay que solucionarlo de inmediato", declaró a Reuters David Beasley, director del PMA.