Miles de policías y cientos de soldados y funcionarios británicos hicieron los preparativos finales para el funeral de Estado del lunes de la reina Isabel II, que promete una impactante exhibición de duelo nacional y que será la mayor reunión de líderes mundiales en años.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y otros dignatarios llegaron a Londres, capital del Reino Unido, para el funeral, al que fueron invitados unos 500 miembros de la realeza, jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.
Miles de personas continuaban haciendo fila durante todo el día para pasar frente al féretro de la reina en el edificio del Parlamento, desafiando muy bajas temperaturas y una espera de hasta 17 horas.
Los ocho nietos de la reina, encabezados por el heredero al trono, el rey Carlos III, estuvieron anoche de pie alrededor del ataúd con la cabeza gacha durante una silenciosa vigilia.
El embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa, presentó sus respetos ante el féretro de Isabel II y expresó "las más sinceras condolencias" por su muerte en nombre del pueblo y el Gobierno de Argentina.
Más tarde hicieron lo mismo dirigentes mundiales, como Biden y su esposa Jill, el presidente brasileño Jair Bolsonaro, y los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
El padre de Felipe VI, Juan Carlos I, que estaba en Londres para los funerales, no acompañó a su hijo en la capilla ardiente, pues están distanciados por un escándalo sobre la fortuna del rey emérito que puso en apuros a la corona española.
Biden se santiguó y pasó unos minutos con su esposa observando el féretro desde un balcón por el que se van sucediendo las autoridades.
Este domingo por la tarde ya no se admitirán más personas en la cola de más de 5 kilómetros para que todos puedan pasar frente el féretro antes del lunes a la mañana, cuando será llevado a la Abadía de Westminster para los funerales de la reina.
El rey Carlos III recibirá por la noche del domingo a los jefes de Estado y de Gobierno y otros dignatarios en el Palacio de Buckingham Palace.
También a última hora de este domingo se realizará un minuto de silencio nacional para recordar a la reina, quien murió el 8 de septiembre pasado a los 96 años luego de reinar durante 70.
El lunes será feriado en el Reino Unido, y el funeral será transmitido a una enorme audiencia televisiva y proyectado a las multitudes en parques y espacios públicos de todo el país.
La trascendencia de la monarca que más tiempo reinó el Reino Unido se evidencia en la lista de asistentes a unas exequias como no se veían en Londres desde la muerte, en 1965, de Winston Churchill, que lideró al país durante la Segunda Guerra Mundial.
Su nuera, la reina consorte Camila, destacó en un mensaje grabado en video que Isabel II fue "una mujer solitaria" en un mundo de hombres.
"No había mujeres primeras ministras ni presidentas. Ella era la única, así que creo que se forjó su propio papel", dijo la esposa del rey desde hace 17 años.
El príncipe Andrés también rindió tributo a su madre, con un comunicado en el que dijo que siempre atesorará "tu amor por un hijo, tu compasión, tu cuidado, tu confianza".
"Extrañaré tu perspicacia, consejo y humor", agregó en la nota del tercero de los cuatro hijos de Isabel II, en la que se refirió a ella como "mami, madre, Su Majestad".
Este año, la reina lo despojó de todos sus puestos militares honorarios y de su título de Alteza Real debido a su amistad con el difunto pederesta estadounidense Jeffrey Epstein y ante la amenaza de un juicio por agresión sexual a una menor en Estados Unidos.
Andrés niega las acusaciones, y el proceso se resolvió con un millonario acuerdo extrajudicial.
Biden y sus pares de Francia, Emmanuel Macron, y Brasil, Jair Bolsonaro, los monarcas de España, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Mónaco, Bélgica u Holanda, o el emperador japonés Naruhito, están entre los invitados al funeral.
Algunos ya están en la capital británica, como Biden, llegado el sábado por la noche junto a su esposa Jill, o el primer ministro canadiense Justin Trudeau, que se reunió ayer con el rey Carlos III y otros representantes de la Commonwealth.
La concentración de tantos mandatarios, y el funeral en general, suponen un reto de seguridad "mayor que los Juegos Olímpicos de Londres de 2012", dijo a la prensa el subcomisario adjunto de Scotland Yard, Stuart Cundy.
Los dirigentes participarán por la tarde del domingo en una recepción ofrecida por Carlos III en el Palacio de Buckingham.
En ella probablemente coincidirán Felipe VI de España y su padre, Juan Carlos I, una estampa inédita desde que este se instaló en los Emiratos Árabes Unidos en 2020 tras trascender que se estaba investigando el origen de su fortuna.
Los funerales arrancarán con el traslado del féretro de la reina desde la capilla ardiente instalada en el Parlamento británico, en la sala Westminster, a la cercana abadía del mismo nombre.
A las 11 (las 7 de Argentina) empezará el servicio fúnebre oficiado por el deán de Westminster, David Hoyle, y con un sermón de Justin Welby, líder de la Iglesia Anglicana, de la que el rey de Inglaterra es cabeza desde la ruptura con el Vaticano en el siglo XVI.
Tras el servicio, el féretro de Isabel II recorrerá en un afuste tirado por marineros las calles de Londres hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner, en un cortejo en el que se esperan 1 millón de personas.
Desde allí saldrá en coche hasta el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros, donde tendrá lugar un nuevo servicio fúnebre, más familiar, y su entierro, ya en privado.
Desde el sábado, 48 horas antes del cortejo, las primeras personas empezaron a apostarse en las calles del recorrido.
"La noche ha sido fría pero vale la pena", explicó Carole Budd, una profesora de escuela de 65 años, situada cerca de Westminster, informo la agencia de noticias AFP.
La Abadía de Westminster tiene capacidad para 2.200 personas. Por parte británica, estarán presentes la familia real, la primera ministra Liz Truss, antiguos primeros ministros y otras personalidades.
También asistirán unas 200 personas condecoradas por la reina en junio de este año, entre las que se encuentra el personal sanitario que participó en la respuesta a la pandemia de Covid-19.