Toneladas de peces muertos, y en estado putrefacto, bloquean un tramo del río Darling, cerca de la localidad australiana de Menindee (Nueva Gales del Sur), que atraviesa una poderosa ola de calor.
La situación es tal que un mar de peces muertos cubren por completo la superficie fluvial. El Gobierno de la región asegura que son «millones». Es el tercer episodio de este tipo que afecta a la zona desde el año 2018.,
«Es horrible, de verdad. Hay peces muertos hasta donde llega la vista», dijo Graeme McCrabb, residente de Menindee, en declaraciones a AFP.
Les falta oxígeno
La población de peces en este río se había disparado tras unas inundaciones recientes, pero ahora muere a causa de «los bajos niveles de oxígeno en el agua (hipoxia) a medida que el nivel del agua retrocede», dijo el gobierno local.
"El tiempo cálido actual en la región exacerba la hipoxia, dado que el agua caliente contiene menos oxígeno que el agua fría, y los peces necesitan más oxígeno a temperaturas más altas".
Los episodios anteriores de muertes masivas de peces en la localidad se atribuyeron a la falta de agua por una sequía y a un brote de un alga tóxica.