Organizaciones humanitarias advirtieron del creciente riesgo de propagación de enfermedades tras las inundaciones que dejaron miles de muertos y desaparecidos en el este de Libia, donde las esperanzas de encontrar supervivientes se van agotando seis días después de la catástrofe, que podría dejar un salgo de más de 15 mil muertos.
La tromba de agua por la tormenta Daniel que golpeó el fin de semana pasado la ciudad de Derna, a orillas del Mediterráneo, causó el colapso de dos represas y provocó una riada que arrasó con todo a su paso y no dejó tiempo para evacuar.
La crecida, comparable a un tsunami de varios metros de altura, dejó un paisaje de desolación, con gran parte de la ciudad arrasada como si se hubiera producido un fuerte sismo.
Más de 10.000 personas siguen desaparecidas, de acuerdo con la Media Luna Roja libia. Seis días después del desastre, los rescatistas continuan escarbando en el lodo y entre los escombros de los edificios caídos en busca de cadáveres y posibles sobrevivientes.
Claire Nicolet, responsable del departamento de emergencias de Médicos Sin Fronteras, apuntó que los rescatistas habían encontrado “muchos cuerpos” el viernes y que el operativo seguía en marcha.
“Fue un gran número (…) Desafortunadamente, el mar sigue arrojando muchos cadáveres”, le contó a la agencia Associated Press.
Las autoridades y los grupos de ayuda han expresado su preocupación por la propagación de enfermedades transmitidas por el agua y por el desplazamiento de artefactos explosivos de los recientes conflictos armados en el país.
Edificios enteros fueron barridos por la potente corriente de agua y otros están medio destruidos, con vehículos encastrados en sus paredes.
Esta catástrofe golpea a un país asolado por años de conflicto, donde hay dos gobiernos enfrentados. Actualmente existen dos gobiernos enfrentados: uno en Trípoli, reconocido por Naciones Unidas y dirigido por el primer ministro Abdelhamid Dbeibah, y otro en el este, controlado por el influyente mariscal Jalifa Haftar.
Altos funcionarios de la autoridad que controla la zona oriental de Libia están dando cifras contradictorias sobre el número de víctimas mortales.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que “se encontraron y fueron identificados los cadáveres de 3.958 personas” y que hay 9.000 desaparecidos.
La tormenta azotó otras zonas del este de Libia, como las ciudades de Bayda, Susa, Marj y Shahatt. Decenas de miles de personas están desplazadas y se han refugiado en escuelas y otros edificios gubernamentales.
Esta agencia de la ONU anunció que ya llegaron a la ciudad de Bengasi, a unos 300 kilómetros de Derna, 29 toneladas de material sanitario.
A la entrada de Derna hay un flujo constante de vehículos que transitan por una vía improvisada y las excavadoras siguen trabajando para retirar los escombros.