Hasta hace poco tiempo, la idea de que Donald Trump hiciera un retorno triunfante a la Casa Blanca era impensado. A medida que transcurren los días, ya habiendo largado las primarias de su partido, con su contundente primer triunfo en el estado de Iowa, esa posibilidad toma fuerza.
En Davos, según lo relatado por Andrew Ross Sorkin en el New York Times, los empresarios, en sus charlas privadas, ya dan por descontado su triunfo contra Biden en las elecciones generales. Y no puedo coincidir más. Hace años cuando en el 2016 nadie creía que sería electo presidente, fui una de las pocas analistas en vaticinarlo para esta misma época del año, y ratificarlo una semana antes de las elecciones. Hoy no estoy sola en esta predicción.
Donald Trump en su versión recargada, hoy con más experiencia política y millones en su fondo de campaña, avanza con la fuerza de un huracán. A pesar de todos los obstáculos legales, ya que enfrenta 91 cargos por delitos graves en dos tribunales estatales y dos distritos federales, cualquiera de los cuales podría producir una sentencia de prisión, sigue rompiendo todos los récords con un contundente apoyo del ala más conservadora del partido republicano.
Cuanto más lo acusan, más sube en las encuestas y llama a estas acusaciones “caza de brujas”, que tienen como única finalidad evitar su triunfo. El ex presidente está lidiando también con una demanda civil en Nueva York que podría forzar cambios drásticos en su imperio empresarial, incluido el cierre de sus operaciones en su estado natal.
Otro frente a sortear es que ya varios estados buscan que sea descalificado de la presidencia, proscribirlo en las primarias basándose en la enmienda 14 de la Constitución Nacional, a lo cual ya ha apelado ante los tribunales pertinentes.
El martes que viene se dirime la primaria republicana en New Hampshire donde sus números andan en dos dígitos en las encuestas y probablemente vuelva a arrasar. Tim Scott, senador por Carolina del Sur y ex candidato, saldrá a apoyar a Trump en estos días previos, lo que lo posicionará mejor aún frente a Nikki Haley, ex gobernadora de su mismo estado, quien se espera haga una buena elección y quede en un segundo puesto en este estado relegando a Ron de Santis, gobernador de Florida al tercer puesto ya cerrándole casi toda posibilidad. El 24 de febrero tocará la primaria en Carolina del Sur, donde seguramente se dará por finalizada la interna republicana, ya que Trump arrasa en las encuestas de este estado. Así se proclamará ganador sin haber participado en ningún debate lo que demostró su acierto y erigirá como el candidato republicano.
Este es un resumen de David Graham publicado por la prestigiosa revista política The Atlantic, donde enumera las causas legales contra Trump resaltando aquellas más relevantes que podrían entorpecer su camino. Yo tengo mis dudas siendo en muchos casos la última instancia la Corte Suprema donde seis de los nueve miembros son republicanos, y de esos seis, cuatro son ultra conservadores, tres puestos por el mismo Trump durante su mandato.