Las Fuerzas Armadas de Ucrania han cifrado este viernes en cerca de 125.000 el número de militares rusos “liquidados” desde el inicio de la invasión, desatada el 24 de febrero de 2022, y han resaltado que en los combates registrados durante las últimas 24 horas han muerto 850 soldados de Rusia.
El Estado Mayor del Ejército ucraniano ha apuntado en un mensaje publicado en su cuenta oficial en la red social Facebook que Rusia ha perdido “unos 124.710″ militares en combate y ha agregado que además han sido destruidos 3.182 carros de combate, 2.180 sistemas de artillería y 221 sistemas antiaéreos.
Asimismo, ha asegurado que desde el inicio de las hostilidades han sido destruidos 292 aviones, 283 helicópteros, 1.941 drones, 796 misiles de crucero, 18 embarcaciones, 5.0001 vehículos y tanques de combustible y 199 piezas de “equipamiento especial”. “Los datos están siendo actualizados”, ha añadido.
El portavoz del Estado Mayor del Ejército de Ucrania, Oleksander Shtupun, ha detallado que durante las últimas 24 horas han sido lanzados ocho bombardeos contra “puntos de concentración de tropas rusas”, así como otro contra “un complejo rusos de misiles antiaéreos”.
“Las tropas ucranianas de misiles y artillería han atacado cuatro puestos de mando, un punto de concentración de tropas enemigas, dos puntos de concentración de sistemas enemigos de artillería, un almacén de municiones y otros dos objetivos militares críticos”, ha señalado durante su parte diario.
Un militar ucraniano camina cerca de tanques rusos capturados con banderas ucranianas puestas sobre ellos, mientras continúa el ataque de Rusia a Ucrania
Por su parte, el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) ha alertado este jueves por la noche de una serie de “poderosas explosiones” en los exteriores de la central nuclear de Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania y bajo control de Rusia.
El organismo ha reconocido que “en los últimos días y semanas” se han confirmado explosiones “a cierta distancia de la planta de energía nuclear”, si bien es cierto que otras se han producido en puntos “mucho más cercanos a la instalación”.
En este sentido, el OIEA ha destacado que el miércoles a primera hora del día se detectaron hasta ocho “fuertes detonaciones” que llegaron incluso a provocar vibraciones en las ventanas de las oficinas en las que trabajan expertos del organismo.
Así pues, el director general del OIEA, Rafael Grossi, ha aprovechado la ocasión para remarcar la “importancia vital de acordar e implementar una zona de protección de seguridad nuclear” en torno a la central de Zaporizhzhia.
“Una zona de seguridad ayudaría a proteger la central nuclear de Zaporizhzhia, asegurándose de que no sea un objetivo y tampoco se use para ataques desde el sitio”, ha apuntado Grossi al respecto de una medida que ya recomendaron hace meses.
De hecho, Grossi compareció ante el Parlamento Europeo esta semana para agradecer el “fuerte apoyo” recibido por las potencias europeas al respecto, si bien alertó de que “se necesita más”. “No podemos parar”, aseguró.
A principios del mes de septiembre, una misión del OIEA dirigida por Grossi visitó la central nuclear después de lo que varios empleados del organismo se quedaron en el lugar como observadores internacionales.
La central nuclear de Zaporizhzhia, considerada como la más grande de Europa, ha sido escenario de enfrentamientos entre las tropas ucranianas y rusas desde los primeros compases de la guerra. A mediados de octubre Moscú aseguró haber tomado el control de las instalaciones.