Un gerente de la cadena de supermercados Walmart, abrió fuego contra sus compañeros de trabajo en la sala de descanso de dicha tienda, sede Chesapeake, Virginia, siendo el segundo tiroteo masivo registrado en menos de una semana. Los estadounidenses aún no terminan de llorar a los cinco ciudadanos asesinados en el Club LGGTBQI de Colorado Springs, cuando la noche de este martes un nuevo tirador asesinó en serie.
En días anteriores a las vísperas del Thanksgiving o Acción de Gracias que acontecerá este jueves, el equipo de empleados y repositores nocturnos del Walmart -entre 15 y 20 personas-, se reunieron en una sala de descanso para dar inicio a la guardia previa a la festividad de mañana, así lo reveló la trabajadora del supermercado, Briana Tyler. "Muy bien, muchachos, tenemos una noche tranquila por delante", dijo el líder del grupo de trabajo. Acto seguido, el gerente comercial se dio vuelta, empezó a disparar a mansalva contra el personal y luego se suicidó, así lo confirmó el jefe de la policía local, Mark Salesky.
Los efectivos policiales de la ciudad de Chesapeake encontraron tres cuerpos -incluido el del tirador- en la sala de descanso del centro comercial, y otro cadáver cerca del frente de la tienda, además de varios heridos graves de bala que fueron ingresados al hospital de Norfolk. “Todo estaba pasando tan rápido. Pensé que era como un tipo de prueba. Por ejemplo, si tienes un tirador activo, así es como respondes”, afirmó la empleada del Walmart.
El tirador se llamaba Andre Bing y tenía 30 años, único autor del tiroteo, quien disparó a la cabeza de una mujer, mató a un empleado de mantenimiento, abrió fuego en la sala de estar y ejecutó diez disparos en la sección de alimentación, dejando heridos de gravedad y un saldo fatal de 6 muertos.
