Seine-Port es un pequeño pueblo de 2.000 habitantes en Francia que decidió prohibir el uso del celular en la calle. Esta insólita medida fue tomada a partir de un referéndum, una consulta popular para conocer qué piensan los vecinos del lugar.
Solo se acercaron a votar 227 personas -alrededor del 20% del censo electoral-, con un 54% a favor de la carta, de acuerdo con el diario The Guardian. Finalmente, el resultado salió en contra de los adictos a la tecnología y el pueblo francés se convirtió en el primer lugar en adoptar este tipo de decisión.
El alcalde, Vincent Paul-Petit, del partido de derecha Les Républicains, redactará un decreto municipal sobre el uso de teléfonos inteligentes, el primero de este tipo en Francia. Esta medida alcanza tanto a adultos como a los niños.
No podrán utilizar sus dispositivos en ningún espacio público: mientras caminen por la calle, paseen por el parque, estén en tiendas, cafeterías o comiendo en restaurantes. En caso de que algún visitante esté perdido, en lugar de consultar el mapa de su teléfono, se los anima a preguntar por direcciones.
Vincent Paul-Petit, el alcalde de Seine-Port
Cómo se implementará la medida
La Policía local no puede detener o multar a las personas que se desplazan por la calle porque no existe una ley nacional en contra de los teléfonos inteligentes, pero el alcalde lo describe como una incitación a dejar de desplazarse y una guía para limitar el uso del teléfono.
Desde la Alcaldía incentivan a los comerciantes a que coloquen carteles en los escaparates y pidan amablemente a la gente que no esté con los dispositivos.
¡A interactuar se ha dicho!
El resultado de la votación trajo varias consecuencias en el pueblo. La primera y la más notable, es que los adultos y los niños se verán obligados a interactuar entre ellos mientras estén en la calle, el parque o en un restaurante.
En los colegios hay carteles para concientizar sobre el uso del celular
"Quiero preservar los espacios públicos de la invasión de los teléfonos inteligentes", dijo Paul-Petit, el alcalde. "No se trata de prohibir todos los teléfonos, sino de proponer que la gente se abstenga de sacar el smartphone para desplazarse por las redes sociales, jugar a un juego o ver vídeos en los lugares públicos, que queremos preservar para la vida social".
Celulares para los adolescentes
Los ciudadanos también redactaron una carta para las familias sobre el uso de pantallas por parte de los niños: nada de pantallas de ningún tipo por la mañana, ni en los dormitorios, antes de acostarse o durante las comidas.
Si los padres de los adolescentes firman un acuerdo por escrito en el que se comprometen a no dar a sus hijos un smartphone antes de los 15 años, el ayuntamiento les proporcionará un teléfono que solo sirva para llamar y enviar mensajes de texto tradicionales cuando cumpla la edad requerida.