Mediante una conferencia de prensa, que se aproximó más a una puesta en escena que a una real intención de brindar una respuesta convincente, autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia desmintieron ayer que se haya negado la atención médica al profesor salteño Alejandro Benítez, quien murió luego de un accidente de tránsito ocurrido el 3 de julio pasado en una ruta entre Santa Cruz y Cochabama.
Las declaraciones de amigos que acompañaban a la víctima y que dieron cuenta de un trato inhumano antes de la fatalidad de Benítez, disparó una escalada diplomática entre ambos países a partir de fuertes reclamos que surgieron desde el Gobierno provincial y que llegaron a la Cancillería argentina con notas que luego repercutieron en el vecino país.
Ayer desde la ciudad de La Paz, el vicecanciller Freddy Mamani y el viceministro de Gestión del Sistema Sanitario boliviano, Álvaro Terrazas, ofrecieron una declaración conjunta ante medios de prensa bolivianos. Mamani explicó que el accidente ocurrió en la carretera Cochabamba-Santa Cruz, en jurisdicción de Chapare, cuando “Benítez embistió con su moto el tráiler de un camión de grandes dimensiones”.
Añadió que “una ambulancia de Villa Tunari intervino con urgencia y trasladó al herido al Hospital Central de Ivirgarzama en no más de 25 minutos” con la idea de llevarlo luego a un centro sanitario de mayor complejidad.
Terrazas acotó que debido a la gravedad de las heridas que presentaba Benítez, con “traumatismo encéfalo craneano y fracturas expuestas”, los médicos desaconsejaron ese traslado, ya que primero “debían estabilizar homodinámicamente al paciente”.
Fuente El Tribuno