Un oso polar murió por gripe aviar: es la primera muerte detectada en esta especie en todo el mundo y demuestra la agresividad del virus H5N1, así como su propagación por las zonas más remotas del planeta.
Su muerte fue confirmada en diciembre por el Departamento de Conservación Medioambiental de Alaska. "Es el primer caso de oso polar del que se tiene constancia", declaró a Alaska Beacon el Dr. Bob Gerlach, veterinario del estado de Alaska.
Se encontró cerca de Utqiagvik, una de las comunidades más septentrionales de Alaska, dos años después de que se detectara esta última cepa en Norteamérica. Según Gerlach, es probable que el oso se alimentara de cadáveres de aves infectadas.
Los osos polares de por sí ya son una especie vulnerable
Diana Bell, catedrática emérita de Biología de la Conservación de la Universidad de East Anglia, declaró a The Guardian: "Ocurrió en la Antártida y ahora se está dando en los mamíferos del Ártico."
Los científicos advirtieron que el virus, altamente contagioso, podría provocar "uno de los mayores desastres ecológicos de los tiempos modernos" si alcanza a las remotas poblaciones de pingüinos.
El avance de la cepa H5N1
La epidemia de gripe aviar que golpea Europa y Norteamérica no tiene precedentes. La cantidad de aves infectadas, la extensión geográfica y la agresividad del virus H5N1 está siendo inédita.
En los últimos dos años, la lista de mamíferos muertos es enorme. Ya no se trata solo de una enfermedad avícola, puesto que una amplia gama de mamíferos depredadores y carroñeros se vieron afectados por ella.
"Cuando golpea a una especie grande y carismática como el oso polar, la gente de repente se sienta y escucha, o al menos eso espero. Ya tenemos una pandemia en la biodiversidad y se llama H5N1 porque mató a muchas aves y mamíferos" afirmó Bell.
Esta es una micrografía electrónica a color de la gripe aviar H5N1
Los primeros casos conocidos de H5N1 se detectaron en la región antártica en octubre entre los skúas pardos de la isla Bird, frente a Georgia del Sur. Dos meses después se encontraron muertos cientos de elefantes marinos. También han aumentado las muertes de focas peleteras, gaviotas cocineras y skúas marrones en otros lugares.
Los osos polares figuran como "vulnerables" en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido principalmente a la pérdida de hielo marino.
"Es posible que hayan muerto más osos desapercibidos, ya que suelen vivir en lugares remotos con poca gente", dijo Gerlach.
Se calcula que el brote actual de la variante altamente infecciosa del H5N1 -que comenzó en 2021- mató a millones de aves silvestres. En todo el mundo, miles de mamíferos también murieron a causa del virus, incluidos osos negros y pardos. Águilas calvas, zorros y gaviotas tridáctilas figuran entre las especies que fallecieron a causa de la infección en Alaska en los últimos meses.
El virus continúa más al sur, en la región antártica. Se sospecha que un skua pardo ha muerto a causa de él en la isla Heroína, en el extremo de la Península Antártica.
Si el virus llega a los pingüinos, va a ocasionar incontables muertes
Por qué es tan vulnerable el ecosistema polar
La Dra. Meagan Dewar, responsable de la Red de Salud de la Fauna Antártica del SCAR fue una de las autoras de una evaluación de riesgos que concluyó que muchos animales antárticos estaban amenazados, entre ellos gaviotas, skúas, focas peleteras y leones marinos.
Dijo: "El análisis indicaba un mayor riesgo de que la HPAI [gripe aviar altamente patógena] se presentara en especies antárticas en 2023 o 2024 en la región de la Península Antártica y eso es exactamente lo que estamos viendo".
Los ecosistemas de las regiones polares son especialmente vulnerables a la gripe aviar porque contienen muchos animales que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo y que nunca han estado expuestos a virus similares.
Asimismo, se encuentran entre los lugares más afectados por la alteración del clima.