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A cinco años de su muerte, su familia sigue pidiendo justicia por Santiago Maldonado

El proceso judicial hasta el momento no registra avances para entender cómo se llegó a la muerte de Santiago y quiénes fueron los responsables operativos y políticos de las brutalidades de ese despliegue.

A cinco años de su muerte, su familia sigue pidiendo justicia por Santiago Maldonado

Sergio Maldonado habló este lunes, a cinco años de la muerte de su hermano Santiago a manos de la Gendarmería, sobre la relación que los unía y el "inmenso apoyo" que aún hoy recibe de personas que, sin haber conocido personalmente al joven desaparecido, lo reconocen como "a un amigo o un hermano".

"Santiago era alguien que tenía sus ideales bien plantados, no es que decía algo y hacía otra cosa, vivía como pensaba y como hablaba", observó en primer lugar Sergio, al describir uno de los rasgos principales que se le vienen a la mente al pensar en su hermano.

Recordó esa relación que por momentos, ya sea por la diferencia de 16 años que se llevaban o por la "terquedad de ambos", se traducía en las "típicas discusiones entre hermanos" pero que nunca opacó "el inmenso lazo fraternal que los unía".

También contó momentos y detalles de la vida cotidiana que le "traen a Santiago a la mente", como el "ver al pasar un autito de colección" como esos que le compraba en Retiro de camino al pueblo los fines de semana.

También reconoció que si bien el compromiso social que tenía su hermano "ya lo tenía desde muy de chico", él desconocía muchas de las causas en las que militaba "de forma anónima".

"Me encontré con casos como el de la familia de Andrés Núñez, el primer desaparecido registrado en democracia, quienes me contaron que Santiago mientras estudiaba en La Plata, un día andando en bicicleta los vio cortando la calle en protesta, les preguntó qué estaban haciendo y automáticamente se bajó y se puso a repartir volantes con ellos", ejemplificó.

En este sentido, expresó que este tipo de actitudes "también hablan de un liderazgo, de una manera de ver las cosas, de no esperar nada de nadie, él veía una injusticia, salía y activaba".

"Se supone que todo eso lo hace un referente o alguien que tiene un nombre, alguien conocido, pero no: él agarraba, se mandaba y hacía lo que creía que era correcto", destacó.

Sergio evocó: "Yo tenía a un Santiago, su carácter, su forma de ser y después empecé a descubrir otro Santiago cuando desaparece, por la cantidad de gente que lo conocía, el afecto que le tenían, cómo se movía".

"Activista", "artesano", "tatuador", "soñador" o "viajero de espíritu libre" son algunas de las facetas de "El Brujo", como lo apodaban los cercanos, y que, sumadas a su compromiso social y su férrea defensa de ideales, aparecen una y otra vez en el relato que de él hacen familiares, amigos o personas en las que dejó una marca.

"Va pasando el tiempo y se me hace más doloroso hablar de Santiago, el lunes pasado hubiera cumplido 33 años y se me viene cuando era chico, van pasando los años y sabés que esa persona no va a estar, todo eso remueve", expresó Sergio con la voz entrecortada, que luego de unos segundos de silencio resaltó lo que describió como "una de las cosas que más fuerza le da", en referencia al "apoyo de la gente".

Sergio destacó el enorme cariño que aún recibe de personas que, aún sin haber conocido personalmente a Santiago, lo cruzan en la calle, le dan aliento y le dicen "Yo empecé a militar por tu hermano", "Sentí que era mi hijo, mi hermano, mi amigo" o "Podría haber sido yo que me iba de mochilero".


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