La periodista Viviana Mariño, gerenta periodística de la agencia de noticias oficial Télam, murió en las últimas horas, a los 51 años.
De destacada e intensa actividad como gerenta de Periodismo de esa agencia nacional de noticias, Mariño ejerció el periodismo en distintas redacciones, fue acreditada en la casa Rosada y se desempeñó principalmente en el área de política.
Así la recordó la agencia:
"Generosa, radiante, comprometida, con una polenta inigualable, periodista de raza. Así, y con muchos más calificativos, la definen -la definimos- todos y todas a Viviana Mariño, quien hoy falleció a los 51 años.
Gerenta de Periodismo, jefa de redacción, de la agencia Télam desde el 6 de enero de 2020, dedicó los últimos años de su vida a dignificar y reconstruir el servicio de la agencia de noticias Télam, que la gestión macrista se había encargado de diezmar.
Mamá, docente, periodista y luchadora también, en todos los frentes, Viviana Mariño, como tantos otros compañeros y compañeras del gremio, formó parte de un aguerrido grupo de trabajadores y trabajadoras de prensa que se puso al hombro al diario Tiempo Argentino tras su vaciamiento empresario y lo volvió a poner de pie, bajo el formato de una cooperativa, en 2016. Toda una definición que habla de sus protagonistas, ella incluida.
De esa batalla, Viviana Mariño saltó a otra no menor, la de volver a levantar la agencia pública de noticias no solo desde el punto de vista periodístico sino en su tejido interior, pulverizado tras el despido de 357 trabajadores durante la administración de Cambiemos -del que justamente este domingo se cumplen cuatro años- y su posterior reincorporación, conquistada por la lucha y la vía judicial.
Aquí, desde su espacio de conducción periodística en la agencia pública de noticias, Viviana Mariño se manejó como siempre lo había hecho: la puerta de su oficina siempre abierta, el teléfono siempre en línea, la mirada atenta sobre el trabajo de cada uno, pero desde el llano, para empujarlo, motivarlo y ponerlo en valor. Ponía toda su energía y parecía inagotable: días de semana, feriados, verano, invierno, mañana, tarde, noche, sin pausa.
El mismo compromiso, la misma convicción y los mismos principios unían como un hilo conductor su reivindicación de lo público -como espacio potente y transformador- tanto en su rol en la agencia Télam como en la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la que se graduó como licenciada en Ciencias de la Comunicación y que siguió transitando luego, con pasión hasta sus últimos días, como docente de la cátedra Taller de Expresión III -primero como interina y después con un cargo ganado por concurso, unánime, en 2012- y como co-coordinadora de la Anccom, la agencia de noticias de la universidad, semillero de periodistas.