Fue la propia vicepresidenta Cristina Kirchner, en su descargo público tras el pedido de condena a 12 años de prisión, la que volvió a poner el foco en los casi 9 millones de dólares que su ex secretario de Obras Públicas José López llevó al convento de General Rodríguez en la madrugada de junio de 2016.
El tribunal oral que lo condenó determinó que ese dinero formaba parte del patrimonio de López y que no podía justificarlo. El ex funcionario, en calidad de arrepentido en la causa de los cuadernos, aseguró que la plata le había sido entregada horas antes por un ex secretario de Néstor Kirchner, luego asesinado. CFK aseguró que no tenía dudas de que el origen del dinero había que buscarlo en el macrismo.
Fue el teléfono de José López, secuestrado el día de su detención, el que abrió la puerta para las interpretaciones de sus mensajes de los dos lados de la grieta, luego de que el fiscal Diego Luciani los utilizara para denunciar el plan “limpiar todo” cuando llegaba la presidencia de Mauricio Macri se abandonaron las obras.
Pero en su descargo público, Cristina Kirchner usó los mensajes de López para exhibir que, más que con Lázaro Báez, su ex funcionario devenido en arrepentido en realidad hablaba más con el empresario Nicolás “Nicky” Caputo, el amigo del alma de Mauricio Macri.
“Me parece a mí que la investigación más importante en esa causa era determinar de dónde venían los 9 millones de dólares ¿no? Bueno, las investigaciones no fueron lo suficientemente profundas tal vez”, dijo Cristina Kirchner. Y después añadió: “¿Saben por qué cuando empezaron a tirar el ovillo de esto pararon? Porque aparecieron ellos en el ovillo, los macristas. Cuando el fiscal Luciani dice que aprieta y sale pus, tiene razón fiscal Luciani, la pus de ustedes, los macristas. Esto es lo que sale sino se investiga. Comodoro Py podría haber investigado esto”.
José López, el ex secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo, se convirtió así en la pieza a la que todos señalan para hablar de la corrupción del otro.
López fue condenado a siete años y medio de prisión: seis y medio por no poder justificar sus bienes y el otro año por tenencia ilegal de armas. En el bolso había 8.982.047 dólares, 153.610 euros, 59.114 pesos, 425 yuanes y 2 riyales, más una carabina Sig Sauer 522LR.
La investigación fue llevada adelante por el juez Daniel Rafecas y el fiscal Federico Delgado. El fallo de su condena se dictó en junio de 2019 por el Tribunal Oral Federal 1, cuando se cumplían tres años de su detención, y fue ratificado por la Cámara Federal de Casación Penal en agosto de 2021. Para esa altura, López ya se encontraba con el beneficio de libertad condicional que recién pudo aplicarse después de una larga discusión sobre el monto del dinero que debía pagar como fianza.
También fueron condenados la esposa de López, María Amelia Díaz (a dos años, reducida en año y medio), los empresarios Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez, condenados a dos años y medio de prisión en suspenso, y terminó absuelto Carlos Gianni. Gutiérrez, del grupo Farallón, era con los que más hablaba por WhatsApp López, según difundió la Vicepresidenta.
En esa causa se debatió el origen del dinero que tenía José López. Apenas fue detenido, en junio de 2016, ante el juez Rafecas, López dijo que la plata venía de la política, pero no dio más detalles. Cuando el caso llegó a juicio oral, ante el Tribunal Oral Federal 1, el ex funcionario insistió en el dinero secuestrado en el convento no era de su propiedad.
El TOF que lo condenó, no creyó en la versión dada por López. “Esa versión el imputado López no pudo sostenerla durante el debate con prueba que la respalde, pues fue claramente realizada aprovechando un contexto político que le permitía, para el momento de su declaración, acomodar su situación procesal y poner en duda el origen del dinero”, afirmó en su sentencia el tribunal. “En efecto, lo que claramente intentó López fue desviar la atención, lo que no logró, pues recuérdese que una de aquellas valijas con dinero tenía una etiqueta con el nombre y apellido de su hija Araceli López, comprometiéndolo aún más en el armado y desarrollo de la maniobra”, sostiene la sentencia.
Para esa altura, en la causa de los Cuadernos, López ya había asegurado que la plata le había sido entregada por Fabián Gutiérrez, un ex secretario del presidente Néstor Kirchner, tras una cita en el hotel NH de San Telmo. En esa declaración como imputado colaborador dio detalles del sistema de recaudación del Ministerio de Planificación sobre empresarios de la construcción. Y dijo que los bolsos fueron dejados en la noche del 13 de junio de 2016 por tres personas en su casa. De ahí se fue al convento.
“Mentí sobre los bolsos por temor a mi vida y porque Cristina es muy vengativa”, dijo. Según afirmó, para él, Fabián Gutiérrez era Cristina. Y dio detalles de cómo era el sistema de recaudación con los que hacían obra pública. Aquí el texto completo de su declaración, publicado por Infobae en septiembre de 2018. En su alegato, el fiscal Luciani dio por cierta la declaración como arrepentido de López en la causa de los cuadernos, que aún no llegó a juicio.