Familiares y amigos despidieron este sábado a Ronald David Scott, el piloto argentino que combatió contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. El héroe fue sepultado a las 11 horas en el Cementerio Británico de la Ciudad de Buenos Aires.
“Ronnie” falleció el pasado 17 de abril a sus 107 años: fue el aviador más longevo que sirvió durante la guerra, según la aviación naval británica.
Nacido en Buenos Aires en 1917, era hijo de una enfermera inglesa y de un escocés que había combatido en la guerra de los Boers en Sudáfrica, quien se estableció en Buenos Aires para desempeñarse como juez de rugby y pescador.
Scott, en tanto, fue piloto de los Spitfires, el avión de caza usado por la Royal Air Force.
A los 14 años, Ronald tuvo la oportunidad de conocer al Príncipe de Gales, quien luego sería el Rey Eduardo VIII, durante su segunda visita a Argentina. Lo llevaron al club Hurlingham para jugar al polo y, allí, acompañado por su tía, tuvo un encuentro con Edward Albert Christian George Andrew Patrick David. Este, acercándose con su caballo, le pidió: “¿Serías tan amable de conseguirme un agua tónica?”.
“Yo era un pibe y le dije ‘cómo no señor’. Fui a buscar el agua y me pregunté si le gustaría con limón, y pedí que le pusieran limón. Y cuando vuelvo, viene otra vez al galope, muy simpático, y le digo: ‘Señor, acá lo tiene con limón, espero que le guste’. Y él me dijo: ‘Muchas gracias, prefiero con limón’. Era un tipo muy canchero”, recordó en una entrevista con Infobae en 2018.
Luego de esa conversación fue invitado a conocer el HMS Eagle (el primer portaaviones que amarraba en Buenos Aires) en la embajada de ese país. Once años más tarde, se alistó en la marina británica para combatir contra las tropas nazis de Adolf Hitler.
Y es que Ronnie fue uno de los 5 mil argentinos que participaron de las acciones durante la guerra: “No tenía una real conexión con Inglaterra ni con Escocia. Siempre había tenido la idea de viajar allí. Aceptabas a Inglaterra y Escocia como algo de lo que querías ser parte”, sostuvo durante el documental Buena onda: The Tale of Ronny Scott.