En los 15 años desde la reestatización, Aerolíneas Argentinas acumuló un déficit -cubierto con aportes del Estado- de US$ 7.909 millones. Esto significa, según datos de la aerolínea de bandera, una pérdida anual de US$ 527 millones desde julio de 2008 a la fecha. La compañía hoy contabiliza una flota de 81 aviones y una plantilla de 11.983 empleados, una relación mucho más despareja que el resto de las aerolíneas comerciales, advierten los privados.
En 2008 y hasta julio de ese año bajo el control del grupo español Marsans, Aerolíneas cerró el año con un rojo de US$ 295 millones. En los años sucesivos se fue incrementando hasta que en 2012 alcanzar su máximo déficit en el período: US$ 905 millones. Las menores pérdidas fueron en 2017 y 2018, con US$ 200 y US$ 199 millones, respectivamente. Más allá de la magnitud, en esta última década y media nunca dejó de perder plata. El año pasado, el actual directorio (presidido por el camporista Pablo Ceriani) celebró que los aportes estatales habían caído 43,7% con respecto al año anterior: Aerolíneas cerró 2022 con un rojo de US$ 353 millones.
Fuente: Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas, según la propia compañía, que desde diciembre de 2019 es manejada nuevamente por La Cámpora, le cuesta por día a los argentinos 1 millón de dólares. En noviembre del año pasado, el propio titular de la empresa, Pablo Ceriani, informó en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, que su gestión había logrado una baja sustantiva en los subsidios. En el sector privado manejan otros números.
Un informe elaborado por Air Consulting indica que entre 2008 y el año pasado, el Estado aportó US$ 8.332 millones a la línea aérea estatal para cubrir su déficit. Esto representa una pérdida anual de poco más de US$ 560 millones, a razón de US$ 1.535.410 dólares diarios, que se solventan con recursos públicos. Al 31 de diciembre de 2022, la compañía acumulaba un rotundo pasivo de casi US$ 1.950 millones.
El titular de la consultora, Carlos Vázquez, asegura que, más allá de la diferencias con las cifras oficiales, hay tres razones por las cuales Aerolíneas pierde plata. "La primera es que sus tarifas netas son muy bajas. La segunda es el alto costo de la estructura, es decir, muchos empleados por avión. La tercera causa es su muy baja productividad", enumeró.
En ese sentido, el experto remarcó que la línea aérea estatal tiene casi 150 empleados por cada aeronave, en promedio, "cuando esa relación en aerolíneas comerciales es de 100 y de 80 en el caso de las low cost". El dilema se mantuvo, con matices, a lo largo de las 6 gestiones que condujeron la compañía. Julio Alak (2008-2009), el camporista Mariano Recalde (2009-2015), Isela Constantini (2016), Mario Dell'aqua (2016-2017), Luis Malvido (2017-2019), y Pablo Ceriani (2020 a la actualidad).
A pesar de todo, el Gobierno celebró con un acto en Ezeiza el 15° aniversario de la reestatización, que fue encabezado por Cristina Kirchner y el ministro-candidato, Sergio Massa. En su discurso, Massa se refirió al tema: "Dicen que Aerolíneas pierde plata, pero el Tesoro este año le transfirió cero, estamos pagando los saldos pendientes de 2022", dijo, y proclamó, en modo campaña, que "defender la Patria también es defender Aerolíneas Argentinas y todo el sistema aeronáutico argentino".
En concreto, el traspaso a la órbita pública de la compañía fue propiciada y anunciada por la ex presidenta Cristina Kirchner el 17 de julio de 2008. Una semana después, el Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley, que fue aprobado por amplia mayoría. En Diputados, obtuvo 167 votos a favor y 79 en contra; y en el Senado la votación terminó 46 a 21.
Ese aval político le salió caro al país. "El CIADI, tribunal arbitral del Banco Mundial, consideró que el Gobierno no había pagado el monto correspondiente a la expropiación de la aerolínea de bandera", explicó a Clarín Pablo García Rodríguez, especialista en aviación comercial. En su veredicto a favor del grupo Marsans, sentenció que la Argentina a pagar US$ 320,7 millones, más los intereses (US$ 23,76 millones) y las costas (US$ 3,5 millones).