Un hombre terminó tras las rejas, tras reaccionar desaforado y agredir a golpes a su madre porque le habría cocinado guiso sin carne y escaso pimentón.
Entre insólita y denigrante, la historia fue protagonizada por un individuo de 35 años, quien trasnochado, despertó después de las 14 y fue directo a la mesa.
Exponente de una familia humilde, enfrente, la víctima, de casi 60 años, a esa hora retiró del fuego un guiso que había cocinado con sacrificio y no menos esmero.
Intolerante a más no poder, el hijo pegó un golpe en la mesa y le recriminó que la comida careciera de carne y tomate, generando rubor y una mirada de inocultable vergüenza en la mujer, ante lo obviedad en la respuesta: "No tenía plata, hijo".
El cerebro no tuvo la misma velocidad que su lengua y el hijo ahondó más la grieta al insultar a su madre.
"Este guiso de m... no quiero", gritó antes de arrojar dos cachetadas directas al rostro, el individuo llevó al extremo su cuota de ingratitud. La mujer se tomó el rostro y no dijo palabra alguna.
Aún presa de la decepción, la sexagenaria fue tan digna en su dolor que no dejó escapar ningún agravio o insulto capaz de asociarse con la decepción por la ingratitud.
Fueron sus vecinos quienes informaron a la policía. Alertada por los uniformados, media hora después la fiscal Analía Nóblega Rayó ordenó la aprehensión del sujeto por "lesiones calificadas por el vínculo".
QPS