El hombre que agredió a Javier Milei durante su asunción el 10 de diciembre, al arrojarle una botella que pegó en un custodia del presidente, recibió por parte del juez Ariel Lijo su procesamiento y, a su vez, a Gastón Ariel Mercanzini, el agresor, se le determinó convertir en prisión preventiva la detención.
La justicia indicó que se considera a Mercanzini como “autor penalmente responsable del delito de lesiones dolosas en grado de tentativa cometidas contra el Sr. Presidente de la Nación, doctor JAVIER GERARDO MILEI y contra KARINA MILEI y lesiones leves dolosas calificadas por haber sido cometidas contra un miembro de las fuerzas de seguridad policiales, las cuales concurren de manera ideal entre sí”.
Además, Lijo decidió convertir en prisión preventiva la detención de Mercanzini. Al mismo tiempo se trabó embargo sobre los bienes y/o dinero respecto del acusado hasta cubrir la suma de quinientos mil pesos ($500.000).
Mercanzini, que fue funcionario de Cultura de Concepción del Uruguay (Entre Ríos), también fue procesado por las agresiones que sufrió el Subcomisario Guillermo Armentano.
“El perjuicio producido se ve acreditado a través de los videos incorporados que muestran el impacto" explica la resolución. En tanto, cuando tuvo que declarar, Mercanzini contó que consumía drogas desde los 13 años. También dijo que fue abusado siendo menor y que vivió una relación tóxica con la madre de sus hijas, en donde terminó denunciado y condenado.
El pedido de disculpas del agresor no fue suficiente para la justicia
Por sus problemas, perdió su empleo y viajó a la Capital Federal, donde consiguió trabajos temporales. Terminó acusado por un incidente en un parador de indigentes en Parque Chacabuco, en donde le colocaron una tobillera electrónica. Como no tenía donde enchufarla, todo terminó complicando.
Sobre la agresión, trató de pedir disculpas pero ya era tarde: “Quiero pedirle disculpas al Presidente y a su hermana. No quise lastimar a nadie, no tuve ninguna intención de hacerlo. Yo no tengo militancia política, las fotos que aparecieron en los medios con dirigentes políticos me las saqué de cholulo, ni me conocen ellos a mí”.
Mercanzini había sido detenido dos días después de la agresión en la puerta de los estudios de Crónica TV en San Telmo, luego de un llamado anónimo que había alertado a las autoridades.
Cuando declaró ante el juez Lijo, aseguró que estaba arrepentido y explicó que estaba borracho al momento de arrojar la botella. “Me arrepiento. Nunca hice una cosa así. No quise atentar contra el Presidente”, dijo.