Este miércoles, el presidente Alberto Fernández cambiará el recorrido de todas las mañanas. No irá a la Casa Rosada para iniciar sus actividades como suele hacerlo. En cambio, se dirigirá hacia el Palacio San Martín para llevar adelante seis reuniones bilaterales con distintos líderes políticos.
El puñado de encuentros, en los que estará acompañado por el canciller, Santiago Cafiero, comenzará a las 9:30 de la mañana y marcará el final de la agenda internacional que empezó esta semana con la visita del presidente de Brasil, Lula da Silva, y que continúo con la VII Cumbre de la CELAC.
El primero con el que se encontrará será el líder autoritario que gobierna Cuba, Miguel Díaz Canel, uno de los personajes que más polémica causó en el círculo político argentino, debido a los cuestionamientos de la oposición al régimen cubano. Fernández estará acompañado del embajador Luis Alfredo Ilarregui.
A las 10 el segundo encuentro será con el titular del Consejo Europeo y representante de la Unión Europea en la cumbre de la CELAC, Charles Michel. La tercera reunión, a las 10:30, en la que estará acompañado por el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y la titular de Cascos Blancos, Sabrina Frederic, será con el primer ministro de Haití, Ariel Henry.
A las 11 tendrá la cuarta reunión bilateral. Junto al embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, recibirá al Consejero Presidencial Especial para las Américas y enviado del presidente norteamericano, Joe Biden, Christopher Dodd.
En quinto lugar, a las 12, se encontrará con Qu Dongyu, Director General de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El presidente Alberto Fernández se reunió ayer con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves (REUTERS/Agustin Marcarian)
Luego habrá un impasse a la hora del almuerzo y a las 14.20 el Presidente se reunirá con su par de Honduras, Xiomara Castro. Finalmente, a las 15, se encontrará con el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa.
El martes por la tarde, Alberto Fernández tuvo un encuentro bilateral con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien se convirtió en el nuevo presidente de la CELAC. En esa reunión, según comunicaron desde la Casa Rosada, “reafirmaron su compromiso con las acciones climáticas”.
Además, indicaron que ambos mandatarios “advirtieron que los esfuerzos de mitigación y adaptación tienen que estar acompañados de una mayor ambición en la provisión y movilización de recursos financieros de los países desarrollados”.
Fernández también se reunió ayer con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, quien valoró la importancia que tiene para su país la cooperación técnica con Argentina, y resaltó el proyecto en materia de resistencia antimicrobiana llevado a cabo con la OPS y la CARICOM, cuya primera edición finalizó en 2021.
En tanto, el mandatario argentino resaltó las posibilidades de complementariedad de ambas economías y le planteó que tiene la voluntad de que la Argentina se convierta en un importante proveedor de alimentos para Barbados. Además, destacó las posibilidades de cooperación en el sector agropecuario.
Alberto Fernández tendrá seis encuentros bilaterales a lo largo de la mañana de hoy (REUTERS/Agustin Marcarian)
Diferencias en la CELAC
La VII cumbre de la CELAC estuvo cruzada por diferencias respecto a la crisis política, social e institucional que está atravesando Perú; el pedido del presidente de Chile, Gabriel Boric, para que haya elecciones libres en Venezuela; y el mensaje del dictador venezolano Nicolás Maduro, quien aseguró que no vino a la Argentina porque le iban a tender una emboscada.
Otro de los mensajes picantes fue el que emitió el mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou, al asegurar durante la reunión que “hay países que no respetan la democracia ni los derechos humanos”. En esa misma sintonía se expresó el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, quien sostuvo: “No podemos mirar a otro lado cuando siete millones de venezolanos han abandonado sus hogares”.
La posición de los gobiernos sobre la situación en Venezuela generó intercambio de posiciones en la cumbre. Es un tema incómodo, en el que Argentina y Brasil marcaron una postura clara de no intervenir y evitaron condenar la violación a los Derechos Humanos que hay en ese país, mientras que otros mandatarios se inclinaron por lanzar duras críticas a la dictadura chavista.