Hace 28 años se producía uno de los atentados más horrorosos que la humanidad recuerde, y uno de los dos más importante que vio la Argentina en la historia más cercana. Un grupo de personas, con colaboración local, hacía estallar por los aires la sede de la AMIA. Hasta el día de hoy, las más de 80 familias que perdieron allí a seres queridos siguen sin obtener justicia. El atentado a la AMIA fue un atentado contra el país, contra los argntinos.
Este año el acto vuelve a ser presencial, luego de dos años de virtualidad a raíz de la pandemia por coronavirus. Pero la premisa es la misma de siempre, exigir justicia y castigo a los culpables y responsables del atentado.
En ese sentido, Abraham Lichtenbaum, quien salvó su vida por una casualidad del destino, nos puso en contexto sobre lo sucedido ese fatídico 18 de julio de 1994, y señaló que ese día él salvó su vida porque le tocó otro horario para ir a trabajar: "En julio de 1994, yo comenzaba los lunes mis funciones en el tercer piso del edificio de AMIA, 10:30 de la mañana y no a las 8am como todos los demás días de la semana. Si ese día hubiese sido un martes, yo no estaría hablando contigo ahora", confesó.
Asimismo, Lichtenbaum brindó más detalles: "Citando a mi profesor podría decirte que 'asistí a mi propio velorio', sentí que se había destruido la tarea de inmigrantes judíos que huían de la Rusia Zarista de las persecuciones, y encontraron refugio en estas tierras de paz y progreso".
Esa mañana, la tragedia se hizo carne en Pasteur 633. Siempre se habló de un atentado contra la comunidad judía, al argentino medio le cuesta mucho entender que el ataque a la AMIA fue un ataque a la República Argentina, en suelo argentino y contra ciudadanos argentinos: "El atentado no fue a la comunidad judía, fue a la argentina, y 28 años después los hombres de bien seguimos pidiendo justicia", aclaró Abraham.
28 años pasaron y muchos argentinos nacidos en este tiempo no se enteraron de la magnitud de lo que sufrió el país, es así que Abraham se encarga de rememorar y sostener la lucha por la verdad: "Por eso es nuestra obligación seguir ejerciendo la memoria y exigir justicia. Se atentó contra una mutual que apoyaba a los judíos y no judíos de la Argentina a buscar trabajo en una bolsa de trabajo que al día de hoy sigue existiendo", indicó el hombre.
Ya finalizando, Lichtenbaum indicó, además qué, si bien aún falta mucho trabajo por hacer, algunas cosas cambiaron para mejor: "El avión detenido en Ezeiza, no hubiese podido ser detenido hace 28 años; algo cambio. Pero falta mucho camino por recorrer", explicó.