Desde marzo, los titulares de asignaciones familiares y universales pasaron a recibir un aumento del 27,18% por aplicación de la Ley de Movilidad. De esta manera, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo se ubica en $52.554 por cada hijo.
También la corresponden el incremento a los titulares de la Asignación Universal por Hijo con Discapacidad, Asignación Familiar por Hijo, Asignación Familiar por Hijo con Discapacidad, Asignación por Prenatal, Asignación por Nacimiento, Asignación por Adopción, Asignación por Matrimonio, Asignación por Cónyuge y Ayuda Escolar Anual.
La semana pasada, en 26 de marzo, en su cuenta de la red social X, el ministro de Economía, Luis Caputo, señaló: “Con este aumento, las asignaciones familiares y universales aumentan 154 pct en lo que va del año, versus una inflación acumulada estimada a marzo de 50,2 pct. Si hacemos el cálculo desde diciembre, el aumento es del 207% versus una inflación acumulada de 88,5% en el mismo periodo”.
La nueva fórmula de movilidad
Trabada la posibilidad de llegar a buen puerto en el Congreso, el Gobierno Nacional decidió por decreto establecer la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que impactará en los haberes y asignaciones recién a partir de julio. Para abril, mientras tanto, se aplicará un ajuste del 12,5% decidido por el Gobierno, más adelantos todavía no precisados de la movilidad correspondiente a junio, que llevarán la mínima a 172.000 más el bono, lo que hará que nadie cobre menos de 204.445 pesos.
Tal como habían adelantado desde Casa Rosada, la actualización estará basada en el Índice de Precios al Consumidor. Pero la publicación sorprendió al contradecir un comunicado oficial del viernes último. Al final, el ajuste por inflación llegará recién en el mes de julio (en vez de abril). Mientras tanto, habrá un esquema de transición.
Esto va en contra de lo publicado por la Oficina del Presidente de la República que aseguraba, el 22 de marzo, que “desde el mes de abril los jubilados argentinos cobrarán con aumentos mensuales de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor”.
La actualización lineal por inflación, entonces, deberá esperar. Pero se compensa la transición con una serie de ajustes determinados por el decreto. Para abril, habrá un porcentaje de suba que será del 12,5%. Son dos puntos por encima de la propuesta inicial del ministro de Economía, Luis Caputo, que queda, sin embargo, por debajo del 20 por ciento que exigía la oposición.
El mecanismo de transición responde a la necesidad de evitar demandas judiciales por períodos devengados, dijeron fuentes oficiales. En sí, sin embargo, el ajuste inmediato será equivalente al que se aplicaría por inflación según explicó el propio ministro.
“Al aumento del 30% que dimos el mes pasado ahora damos el 13,2% de febrero, más 12,5% de recomposición, más el bono. Ahora la mínima será de $172.000 más el bono, un 64% de recomposición”, había precisado Caputo en declaraciones televisivas.
Es importante aclarar que ese ajuste no se sentirá en los haberes más bajos, que ya tenían una suba en sus montos de bolsillo por la aplicación de un bono de $70.000. De esta manera, la mínima quedará por segundo mes consecutivo en los $204.445 que se pagaron en marzo. Percibirán aumentos los que superen ese nivel de haber o quienes, estando por debajo, llegan a sentir el impacto del ajuste.