Esta semana el Gobierno se afrontará un escenario complejo en el Congreso. Si bien deberá soportar nuevos reveses en lo que respecta a la sanción del presupuesto universitario y el rechazo del DNU de fondos reservados de la SIDE en el Senado; en Diputados el oficialismo ve una oportunidad de poder enterrar el proyecto de jubilaciones que vetó el presidente Javier Milei.
El ambiente áspero entre los aliados, la oposición dialoguista y el Gobierno llevó a que el presidente Javier Milei se involucre personalmente en las conversaciones con los parlamentarios para ordenar las internas: esta tarea la solía encabezar con éxito Francos, mientras que las conversaciones lideradas por el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario del Interior, Lisandro Catalán, en lo que va del año no obtuvieron sus mismos frutos.
La vicepresidenta Victoria Villarruel, como es habitual, funciona como jugadora en el Senado para dilatar y amortiguar los goles opositores, pero, con la interna dentro del propio bloque libertario -en la que ella también participó con su objeción a la postulación de Ariel Lijo para la Corte Suprema-, quedó en evidencia la falta de cohesión y unidad de LLA, que ya cuenta con la dificultad de ser un bloque minoritario, frente a la avalancha disidente que impuso su agenda en el último mes.
El veto de jubilaciones
Si bien en la semana hay dos derrotas cantadas en el Senado, el miércoles 11 a las 10, por pedido de los dialoguistas de Encuentro Federal y la UCR, los diputados pueden reunirse en el recinto para intentar insistir con el proyecto de movilidad jubilatoria que vetó totalmente el Presidente. Para lograrlo, necesitan dos tercios de los presentes en ambas Cámaras. La sesión todavía no está convocada.
El Gobierno tiene razones para pensar que tienen el número necesario en Diputados para evitar que rechacen el veto. Fue un tema central en la reunión de aliados legislativos con Milei el 30 de agosto. El número sobre el total de los presentes es el 86 -un tercio más uno- y el conteo entre aliados (LLA, PRO, MID e Independencia) ronda entre 80-83 votos que, con ausencias, se transforma en triunfador.
Si bien cuando le dieron media sanción la oposición pudo reunir dos tercios, esos 160 votos fueron victoriosos gracias a los 16 ausentes que hubo, dentro de los cuales seis fueron del PRO. Además, por presión de los gobernadores afines, el bloque de Innovación Federal -que votó a favor en primera instancia- podría pegar el volantazo y colaborar con ausentes; mientras que algunos radicales como Francisco Monti también se perfilan como jugadores a favor del oficialismo. Ellos terminarán de inclinar la balanza.
El grueso de la UCR, todo el bloque de Miguel Ángel Pichetto -incluso Ricardo López Murphy-, y la oposición dura de UxP y la Izquierda se unirán para rechazar el veto: la convocatoria la apuraron, a sabiendas de que la maniobra se trata de un piletazo, porque temían que no vuelva a haber oportunidad para tratarlo ante la llegada de Presupuesto 2025.
Otros votos definitorios son los de Lourdes Arrieta, exlibertaria del monobloque de EF, recientemente eyectada del espacio, y los del bloque de dos bancas que conduce Carolina Píparo (Buenos Aires Libre), también exdiputada de la bancada oficialista. Las definiciones son inciertas entre las libertarias disidentes.
Boleta Única, Universidades y DNU
Con todo, se suma que el jueves 12 en el Senado acordaron sesionar a las 14 por Boleta Única de Papel (BUP), el proyecto que tiene media sanción para recomponer el financiamiento universitario y la validez del DNU 656 que le asignó $100.000 millones a la Secretaría de Inteligencia (SIDE), que comanda Sergio Neiffert, hombre de Santiago Caputo.
El titular de la exAFI, además, tiene previsto reunirse este martes con los miembros de la comisión bicameral de Inteligencia, que comanda el radical Martín Lousteau, para brindar explicaciones del destino de los fondos discrecionales que fueron significativamente incrementados a través de este DNU.
El proyecto de BUP está congelada desde el 2022, cuando fue aprobada en Diputados, y, tras una serie de idas y venidas con el oficialismo desde enero de este año, finalmente consiguieron destrabarla para que sea aprobada y regrese a la Cámara baja con modificaciones. Con votos ajustados, fuentes parlamentarias le dijeron a BAE Negocios que probablemente haya más cambios en el recinto.
Según lo que desprendieron de la reunión de Labor Parlamentaria la semana pasada, algunos senadores de la UCR empezaron a presentar disidencias en torno al proyecto electoral y ese fue el motivo por el cual acordaron por mayoría posponer la sesión otra semana más. Sin embargo, del oficialismo lo calificaron como "tema de rosca política", no una cuestión técnica, y eso fue lo que UxP quiso denunciar el jueves en un desprolijo intento de sesionar igual.
Eran los senadores de partidos provinciales -Misiones y Río Negro- los que seguían presentando objeciones en torno a BUP. Finalmente, definieron eliminar el casillero de boleta completa para las elecciones generales y cambiar el diseño; así, el jueves se asegurarían de ese triunfo que promete ahorrarle $8.000 millones en impresión de boletas para las elecciones 2025.
Pero esto irá acompañado de dos reveses significativos: el rechazo del DNU de la SIDE, que se convertiría en el primer DNU derogado por el Congreso, y la aprobación del proyecto de Universidades, que expone a Milei a un segundo veto en menos de un mes. Todas estas medidas allanarán el terreno de la llegada de Presupuesto 2025, que será presentado el lunes 16 con un acto de Milei cara a cara con los legislativos.
